Por protocolo periodístico del abordaje de este tipo de casos, Primer Plano Online seguirá sin mencionar el nombre de la funcionaria involucrada en un escándalo que trascendió ampliamente las fronteras del Departamento Judicial Morón. Para este medio ella continuará siendo G.R., pese a que su nombre y apellido trascendió públicamente y que cada integrante de la justicia sabe de quién se trata.
En una serie de conversaciones cuyo contenido autorizó a publicar siempre respetando que sus datos no se expongan, la ex secretaria de la Fiscalía Nº 6 de Morón reiteró que su denuncia por violencia de género y maltrato laboral fue contra sus dos superiores directos en esa dependencia: el titular, Walter Leguisamo, y su segundo, Nicolás Filippini.
Reconoció, asimismo, que ella mantuvo un “amorío”, tal cual lo definió, con Leguisamo, pero que lo había interrumpido en diciembre pasado porque no le resultaba cómodo “tener una aventura con un tipo casado”. En su interpretación, fue esa ruptura la que derivó en los malos tratos que expuso ante la Fiscalía General, por la cual ambos fiscales pidieron su traslado en base a “argumentos falaces”.
“Luego de que corté la relación, el vínculo laboral continuó sin problemas hasta principios de marzo, que fue cuando la mujer de él (NdR: funcionaria judicial de La Matanza) se enteró y él se lo confesó no sé para qué, si ya era algo que había finalizado. Desde entonces comenzaron los problemas laborales que denuncié”, contó G.R. en charla con este medio.
Leguisamo y Filippini presentaron ante sus superiores los motivos por los cuales pedían que sacaran a G.R. de la dependencia que compartían bajo los fundamentos de que no cumplía bien con sus funciones y la mala relación con sus compañeros de trabajo. Eso fue lo que hizo estallar a la mujer, que sintió que su legajo estaba siendo enchastrado luego de 28 años como funcionaria judicial y dos exámenes rendidos y aprobados para ser jueza de Garantías y Correccional.
“Quiero que quede claro que no soy la amante despechada que denuncia a su ex, porque sino no lo hubiese denunciado a Filippini, como también hice”, reflexionó G.R., quien se mostró “re caliente” con la periodista del sitio Infobae que escribió un artículo sobre el escándalo con un título que, en su interpretación, fue “malicioso, más escrito por una mujer”.
“Le dije que no deseaba hablar y tampoco la autoricé a que publicara mi nombre. Yo sólo hablé con ustedes (por Primer Plano Online) y previamente le avisé a mi familia todo lo que está pasando para que lo supieran por mí y no que se enteraran por un medio de comunicación”, se sinceró la funcionaria en medio de cisma institucional, que llegó hasta la Procuración General bonaerense.
EL CRUCE A LA VERSIÓN DE FILIPPINI
Primer Plano Online habló con todos los protagonistas de esta historia. Salvo Leguisamo. que se limitó a contestar que “de cuestiones personales o laborales no tengo nada para decir”, el resto aceptó dar su visión del conflicto con las particularidades del caso. Por ejemplo, la fiscal general Karina Iuzzolino ratificó el trámite administrativo en curso y dio los motivos por los cuales descabezó la Fiscalía, que están expuestos en su resolución.
Nicolás Filippini, en tanto, se despegó de los hechos denunciados por G.R. y contestó a este medio que “nunca vi algún maltrato, no lo hubiera consentido”, y aclaró que su apartamiento fue “preventivo” y para cumplir con el protocolo. Sin embargo, la exsecretaria de esa UFI también le salió al cruce.
“Me imaginé que Filippini saldría a dar su versión. Los que lo conocemos hace muchos años sabemos cómo se maneja. Lo que tengo para decir es que no es verdad lo que sostiene sobre su desplazamiento. Él no fue separado por protocolo. Yo lo denuncié por maltrato y otra persona hizo lo mismo”, afirmó G.R.
Para finalizar, la funcionaria agradeció la “contención” que recibió de sus superiores y dejó en claro que “lo único que quiero es que esto se resuelva como se tiene que resolver y en el ámbito administrativo correspondiente”. Además, auguró: “ojalá que esto sea ejemplificador y que otras mujeres lo tomen y sientan confianza para denunciar una situación de violencia”.
Como informó Primer Plano Online, a partir de la denuncia de G.R. el fiscal Leguisamo fue trasladado a la Fiscalía Descentralizada Nº 2 de Ituzaingó, mientras que Filippini fue destinado a la UFI Nº 8. En la UFI Nº 6 quedó a cargo Fernando Siquier Rodríguez (proveniente de la 8), secundado por Patricio Ventricelli (que antes estaba en la mencionada dependencia de Ituzaingó).
Lo paradójico de toda esta situación es que G.R., la víctima del maltrato y de la violencia que denunció ante sus superiores, ahora tiene una nueva tarea: está tomando denuncias en las Fiscalías especializadas en casos de género y violencia intrafamiliar en el edificio de la calle San Martín al 100, de Morón.
