Prisión perpetua para Leonel Bladimir Cabral, el sujeto al que la justicia encontró culpable de la muerte de quien era su novia de entonces, Florencia Velázquez. El hecho ocurrió el 4 de marzo de 2018 y la sentencia se conoció hace instantes en los Tribunales de Morón. Primer Plano Online, único medio presente en la lectura del veredicto.
En concreto, los jueces Mariela Moralejo Rivera, Alejandro Rodríguez Rey y Cristian Toto encontraron a Cabral culpable del delito de homicidio agravado por resultar víctima la mujer con quien mantenía una relación de pareja. Ella y él convivían en la calle Murillo al 1.800 de la localidad de Pontevedra, en Merlo, y aquella tarde, luego de varias discusiones que arrancaron a la mañana, el joven le arrojó alcohol para luego prenderla fuego con un encendedor, según se estableció en el juicio.
Florencia agonizó durante tres días en el hospital Eva Perón de Merlo hasta finalmente morir el 7 de marzo de ese año. Había sufrido lesiones del tipo quemaduras AB, distribuidas en cuello, ambas regiones pectorales y dorsales, caras laterales de abdomen y tercio superior de ambos muslos, abarcando en total el 60% de la superficie corporal. Además, el siniestro le provocó un serio compromiso de las vías aéreas, lo que en definitiva la llevó a un shock séptico y causó su deceso.
Para el tribunal, en un fallo unánime, los indicios recopilados en la investigación de la fiscal Paula Hondeville y su colega Hernán Moyano fueron contundentes, además de los testimonios de personas allegadas al entorno familiar, que reconocieron que la relación entre víctima y victimario era violenta. En el juicio se estableció, por caso, que las agresiones eran mutuas: la madre y la hermana de Cabral hablaron de “celopatía mutua, e incluso narraron que vieron al condenado “en varias oportunidades rasguñado en el pecho”.
Justamente ese argumento fue el utilizado por el tribunal para no considerar que se trató de un femicidio, como había pedido en los alegatos la Fiscalía. Al respecto, Hondeville se manifestó “satisfecha” por el fallo. Es que más allá de la especificación técnica, la penalidad hubiera sido idéntica: en ambos casos, la sentencia era perpetua. “Todos los testigos del núcleo familiar que declararon nos dejaron en claro que Florencia estaba inmersa en un cuadro de violencia” Florencia, destacó por su parte Moyano.
Si bien en esa habitación en la que ocurrió la escena los únicos presentes eran Cabral y Velázquez, que hoy no puede dar testimonio de lo sucedido, lo cierto es que fue pieza clave para el devenir del juicio la reconstrucción del hecho realizada por Luis María Díaz, oficial de la Superintendencia Federal de Bomberos de la Policía Federal y especialista en este tipo de situaciones, dado que fue el que peritó el caso Wanda Taddei, la mujer asesinada por Eduardo Vázquez, exbaterista del grupo Callejeros.
“Si alguien tiene una botella de alcohol en su mano y se la derrama a si mismo, esa mano no tiene motivos para tener contacto con el líquido, por lo que no tendría que estar quemada, a diferencia de lo que se advierte en la víctima Velázquez, quien poseía quemaduras en ambas manos”, fue una de las tantas conclusiones del perito.
Además, se enfocó en otro aspecto principal de su análisis del hecho, realizado en base al relato de Cabral: la víctima presentaba quemaduras en ambos brazos, tanto en la cara anterior como posterior, salvo en el pliegue interno del codo de su brazo izquierdo, con la que habría sostenido la botella. Es decir que según él, habría sido Florencia la que se autolesionó.
«Existieron múltiples contradicciones en el relato (de Cabral), que se dan de patadas con los elementos técnicos, físicos, químicos y lógicos detallados en la pericia, que nos lleva a concluir que el evento no sucedió como el imputado lo expusiera», concluyeron los jueces.
Un dato que pudo cotejar este medio: en la lectura del veredicto únicamente estuvieron presentes familiares de Cabral. Por parte de Velázquez no asistió ni la mamá ni ninguna de las amigas que participó con su testimonio del debate oral y público.
El dolor de la mamá de Florencia Velázquez y el temor por lo que pueda ocurrir con el nieto que cría