Carola Labrador sigue su lucha casi solitaria en pos de saber qué pasó con su hija. Si bien cuenta con el respaldo de organizaciones de la sociedad civil y del estudio de abogados de Fernando Burlando, ella siente que está yendo contra un sistema que se autocontrola y que saber la verdad en torno a la muerte de Candela será una tarea por demás compleja. Con la suspensión del juicio por una semana, también postergó hasta el miércoles próximo la marcha que organiza hacia los Tribunales de Morón.
Labrador está convencida que Leonardo Jara, Hugo Bermúdez y Fabián Gómez, son responsables por el crimen de su hija. Los tres son juzgados por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 3 de Morón desde febrero. Sin embargo, Labrador cree que hubo funcionarios judiciales y policiales involucrados, y los acusa sin miramientos. “Yo estoy convencida que Bermúdez mató y abusó de mi hija, porque las pocas pruebas que tengo contra él las presenté yo en la causa y se las llevé yo al fiscal Ferrario. Por otro lado, el tribunal me parece muy serio, tanto el presidente como las otras dos juezas. Si esta gente no es culpable está todo bien, pero quiero que citen a (Marcelo) Tavolaro, y que explique por qué mintió, por qué apretó a gente, a quién tapó. Eso es lo que busco”, le dijo la mamá de la víctima a Primer Plano On Line.
Y siguió: “La fiscalía veo que no se quiere tirar contra el Ministerio Público. Empecé el juicio muy motivada y esperanzada, pero con todo esto es como volver atrás. Fue como cuando Tavolaro me dijo que, a horas de que Candela apareció muerta, que yo tenía la culpa por la muerte de mi hija y que la nena porque se pintaba era una atorranta. Eso fue un viernes a la noche. Mi hija hacía días que estaba muerta. Yo sé con la gente que traté porque a mí me maltrataron. Tavolaro inventó y le dijo a los medios que mi hija era abusada desde los 9 años”, continuó entre una angustia que le entrecortó la voz.
Candela fue vista con vida por última vez el 22 de agosto de 2011, en la esquina de Bustamante y Coraceros de Villa Tesei. Nueve días más tarde, apareció asfixiada dentro de una bolsa, a 30 cuadras de su casa, a pocos metros de la colectora del Acceso Oeste. El juicio, que es el primero de los que Labrador pretende llevar adelante, se inició en febrero y tuvo varios vaivenes. El último, la sorpresiva declaración de una testigo que dio vuelta su testimonio luego de varias contradicciones para confesar que había mentido e implicado a Leonardo Jara por presiones de la Policía Bonaerense.
“El tema de esa testigo ya lo había advertido. Es culpa del fiscal Tavolaro y su secretaria. Lo que dijo esa mujer no me asombró porque Tavolaro hizo todo mal. Armo cosas, me maltrató: él quería meterme presa a mí y cerrar la causa. Buscaba rápido culpables. Cuando pedimos el cambio de fiscal, con la nueva fiscalía creíamos que iba a estar todo bien, que los tres fiscales iban a actuar bien… Pero desde el comienzo del juicio nos dimos cuenta que ellos no quieren juzgar a Tavolaro, no los quiere citar a declarar”, se lamentó.
Labrador recalcó que “el papá de Candela y yo fuimos los primeros en declarar y dijimos toda la verdad, que la vengo diciendo hace seis años”. Y luego subrayó que “el fin de este juicio a mí no me soluciona nada porque Candela no vuelve, pero necesito cerrar una página para seguir adelante. Y que los asesinos de mi hija estén presos”.
