“Entre esos tipos y yo hay algo personal”. La frase, inmortalizada en una de las maravillosas poesías cantadas por Joan Manuel Serrat, sintetiza el enfrentamiento entre el exintendente Juan Zabaleta y el actual jefe comunal de Hurlingham, Damián Selci. Se trata de una batalla dialéctica que trasciende al distrito y se expande por toda la provincia de Buenos Aires, con un peronismo en ebullición tras la derrota nacional de 2023.
“El peronismo no es una interna permanente, ni es política espistolar, ni es haber hecho lo que hicimos durante los dos últimos años de gobierno. Nuestro Gobierno, porque yo fui parte. ¿Viste que hay muchos y muchas que se sacan el Gobierno de encima? Eso no es el peronismo”, señaló el exmandatario en una entrevista con el programa periodístico Primer Plano por el canal Somos, de Flow.
En charla con Adrián Noriega y Norman Díaz, Zabaleta apuntó sus dardos contra el diputado nacional Máximo Kirchner, actual titular del Partido Justicialista bonaerense, y contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner por la derrota electoral del año pasado.
“El peronismo no es hereditario, de mamá a hijo, no nació dentro de un country. El peronismo es vivir en un barrio, es ver que un dirigente es un tipo normal al que podés tocar, con el que podés hablar, que no se te paran cuatro mastodontes al costado o tenés que bajar la ventanilla de un auto blindado”, enfatizó.
El exintendente aseguró sentirse con ganas de “decir lo que siento” y no callarse frente a los compromisos que implica tener responsabilidades de gestión. “La unidad en un espacio político es la gente votando, es la gente participando, es que si te ven por la calle y te putean, te la tenés que bancar”, agregó.
EL ENFRENTEMIENTO DEL PAGO CHICO
Consultado sobre en qué condiciones dejó el Municipio cuando entregó el mando el 10 de diciembre pasado después de que su sucesor, Damián Selci, tuviera que pedirle auxilio financiero al gobernador Axel Kicillof para pagar los salarios del personal municipal, Zabaleta esquivó una respuesta concreta sobre el tema y reveló un elemento detrás del cual intentó explicar la situación en la comuna.
Por un lado, habló del impedimento para actualizar las tasas porque la agrupación La Cámpora manejaba el Concejo Deliberante y le trabó la ordenanza presupuestaria y fiscal e impositiva. Por el otro, por algo que se subrayó que se negó a hacer y que reavivó la interna.
“El intendente nuevo se enojó porque un día vino a pedirme que yo rescindiera la obra del hospital de PAMI. Y le dije que no”, arrancó Zabaleta, e invitó a Selci a discutirlo públicamente en cualquier lado con la documentación en la mano.
“Me pedían que rescindiera una obra que habían prometido a 30.000 jubiladas y jubilados porque no llegaban a terminarla. Eso que está ahí no es un hospital: es una sala de primeros auxilios que creo tiene un tomógrafo”, disparó el dirigente peronista.
Se refiere, claro está, al centro de salud ubicado en O´Brien y Guardia Vieja, cuya finalización había sido prometida por el propio Máximo Kirchner para el 25 de mayo de 2023 pero que tiene concluidas dos etapas de las tres proyectadas.
Con el cambio de Gobierno nacional y el recorte en la inversión pública anunciado por el presidente Javier Milei, que enarboló la frase “no hay plata” como insignia, es imposible prever si se completará el nosocomio, y mucho menos cuándo si es que se hace.
“No tiene ni terapia, no tiene ni sala de internación, no tiene ni dos quirófanos. Esto tiene que ver un poco con Milei presidente. No se jode con los jubilados: les prometieron un hospital que es una mentira”, cerró Zabaleta.