La petrolera estatal YPF anunció que desde las 0 horas de mañana, martes 1 de octubre, el precio de las naftas bajará un 4% y el gasoil un 5% promedio en todo el país. Sin embargo, el traslado a precios no será directo.
Es que la merma en el precio final se verá reflejada en el surtidor en un 1% en las naftas y un 2% en gasoil debido a que la devaluación y el aumento de impuestos impacta en un 3% en el precio final de los productos.
“Quiero realizar un acuerdo justo con los consumidores. Nadie tiene que subsidiar a nadie. Ni nosotros a los consumidores ni los consumidores a nosotros. En consecuencia, si el precio del crudo internacional sube, el precio de los combustibles localmente va a subir. Si el precio baja, vamos a bajar”, afirmó el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, según comunicó la propia empresa a través de un comunicado.
Ahora se espera que el resto de las compañías del rubro que operan en el mercado argentino adopten medidas similares para sostener la competitividad del sector.
“Precio justo” para analizar el costo internacional de los combustibles
De esta manera, la compañía estatal mantiene lo que sus autoridades definen como “un precio justo” en sus combustibles, lo que “refleja las condiciones del mercado internacional y local” y “la evolución de costos asociados a la producción de combustibles”.
Esta decisión se toma, fundamentalmente, en el marco de una caída de la cotización internacional del crudo Brent que forma parte de la estructura de precios de todos los combustibles a nivel mundial.
Hoy, la nafta súper de YPF en la ciudad de Buenos Aires se paga $1.059 por litro, mientras que la de mayor calidad vale $1.309. Mientras que el gasoil grado 2 cotiza a $1.084 y el grado 3 a $1.334.
En los últimos 8 meses, YPF “encontró un equilibrio entre los precios internacionales y los precios locales en surtidor”, algo que permite, de ahora en más, que éstos últimos se suban o bajen en función de valor del crudo Brent y la evolución de los componentes de costo local.