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domingo, mayo 12, 2024
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Un caso de estudio: Franco Brauton, el hijo de un violador serial condenado por violar a cuatro chicas

Las víctimas, que no tenían vínculo entre sí, se unieron al conocer las historias que habían padecido. Dos de ellas estaban alcoholizadas al momento de los ataques. La evidencia reunida en la investigación fue contundente y la justicia le impuso 14 años de prisión. Su padre cumple en estos momentos una pena de 40 años de cárcel por delitos similares.

Impactante fallo judicial: el Tribunal en lo Criminal Nº 2 del Departamento Judicial de Mercedes, integrado por los jueces Juan Miguel Tillet, Juan Manuel Renaud Mas y Jorge Pablo Vieiro, condenó a 14 años de prisión a Franco Brauton, el hijo de un violador serial que cumple una pena de cuatro décadas de cárcel por reiterados ataques sexuales en la región oeste.

Para la justicia quedó debidamente probado que el ahora condenado atacó sexualmente a cuatro mujeres, de las cuales una era menor de edad (17) al momento de los hechos, con idénticas modalidades: dos de sus víctimas estaban alcoholizadas y no pudieron consentir ningún tipo de relación íntima, mientras que a otra la obligó a practicarle sexo oral y a la cuarta la manoseó en su zona genital mientras le tiraba el pelo.

Las denuncias fueron realizadas por jóvenes mujeres habitantes de Marcos Paz, y comenzaron luego de la exposición hecha por la amiga de una de ellas, quien la vio irse con Brauton de un boliche bailable y al otro día la recibió en su casa en medio de una crisis de nervios y golpeada. “Cuando vas a tener una relación sexual no tenés por qué volver lastimada”, le enfatizó la amiga de la joven denunciante. A partir de esa presentación judicial supieron de los otros casos.

Condena a Franco Brauton
La abogada Valeria Carreras, defensora de las víctimas que se animaron a denunciar a Franco rauton

En su fallo, los jueces hicieron particular hincapié en el hecho de que a Brauton “ya no le alcanzaba con buscar víctimas dentro de su entorno social como las dos primeras denunciantes, que arrancaron con él una relación consentida hasta ser vilmente ultrajadas”. Citaron así el caso de otra de las mujeres atacadas, a la que hizo subir engañada a su auto a raíz de la supuesta persecución de otro sujeto, que iba detrás de ella.

“Como si el lobo disfrazado de la abuelita esperara a caperucita para comerla”, graficaron los magistrados. “Iba delineando su estrategia para en definitiva poder cumplir sus bajos deseos sexuales, y terminaba irremediablemente ultrajando a las mujeres que sometía, cosificándolas al extremo”, agregaron en el veredicto condenatorio.

En los alegatos, el fiscal del juicio, Guillermo Lennard, había solicitado la pena de 19 años de prisión, mientras que la abogada de tres de las víctimas, Valeria Carreras, solicitó 22 años de cárcel. El tribunal optó por aplicar una condena más baja y valoró como un atenuante la falta de antecedentes penales del acusado.

“COMPORTAMIENTO INMADURO”

Los hechos en sí, por protocolo de Primer Plano Online, no vienen al caso detallarlos para no revictimizar a las chicas. Sí resulta interesante para la crónica del juicio entender cómo se intentó defender Brauton en su declaración ante los jueces. “Si yo he causado molestias pido disculpas, pero no me voy a hacer cargo de algo que no hice. Me declaro inocente de los hechos de que se me acusa. Siempre estuve a derecho y en ningún momento tuve necesidad de abusar de una persona. Yo no soy mi padre”, expresó.

Condena a Franco Brauton

Después de explicar caso por caso y que las relaciones sexuales que tuvo con las denunciantes “fueron consentidas”, el condenado puso el foco en que era juzgado por los antecedentes de su padre. “Se me ha hecho mucho perjuicio por mi padre que fue condenado a 40 años por ser acusado de violación. En todo momento quiero dejar en claro eso: yo no supe más nada de él a los 9 años. Me han hecho perjuicio por ser hijo de esta persona”, completó.

Y remató con una frase en la que se definió como “inmaduro”. “No me arrepiento de haberme comportado como una persona sociable, que asistía a fiestas y le gustaba beber y salir, con comportamiento inmaduro, pero eso que dicen de que estaba cazando en mi auto… Yo no tenía necesidad de hacer eso. Yo no soy así: no haría nada contra una persona. Siempre que tuve relaciones fue con su consentimiento antes y después de todas ellas”, cerró.

En el veredicto, los jueces indicaron que algunos de los elementos de defensa a los que acudió Brauton fueron “pueriles”, que “no merecen más comentarios que su sola mención de infantil”. También cuestionaron el rol de uno de los peritos aportados por sus abogados, sobre quien opinaron: “ser parte interesada en el caso parece haberle quitado cierta agudeza profesional en su accionar”.

Otro de los elementos tomados como referencia para la condena, además del relato contundente de las víctimas, fueron las conclusiones de los peritajes psicológico y psiquiátrico efectuados a Brauton, que mostraron en el joven “inestabilidad emocional; dificultad en el control de impulsos; dificultad en el contacto interpersonal; dificultad para prever el impacto de sus conductas; conflictiva con la figura femenina; falta de empatía con los hechos denunciados”.

En tanto, del relato expresado por las mujeres denunciantes no surgen “indicios de fabulación, ni influencia de terceras personas”. Por eso la condena a 14 años en base a los delitos de abuso sexual agravado por haber sido cometido con acceso carnal (en tres hechos), y abuso sexual simple en el restante.

EL ANTECEDENTE DEL PADRE

El contador Walter Brauton Steimbach había sido condenado a 40 años de prisión por haber violado a nueve mujeres en el lapso de tres meses del año 2005. Permaneció prófugo de la justicia desde el 2013, cuando escapó durante una visita a su madre enferma a raíz de un beneficio extraordinario que había conseguido y en el que utilizó somnífero en una empanada para dormir al personal penitenciario que lo custodiaba.

Según estableció el Tribunal Oral Criminal Nº 2 de Morón, las violaciones fueron cometidas entre enero y marzo de aquel año en las localidades de Loma Hermosa, Merlo, San Alberto, Castelar, Moreno e Ituzaingó cuando las víctimas tenían entre 17 y 23 años.

La justicia lo halló culpable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma -6 hechos-, abuso sexual con acceso carnal –un hecho-, abuso sexual agravado por el uso de arma en grado de tentativa –un hecho-, abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma en grado de tentativa –un hecho-, y rapto -9 hechos-, todos en concurso real entre sí.

Luego de una minuciosa investigación encabezada por el fiscal Claudio Oviedo, de la UFI Nº 5 de Morón, en conjunto con la Policía Federal Argentina y la delegación local de Interpol, Brauton Steimbach fue recapturado en Bolivia en noviembre 2018. Había arrancado una nueva vida, con otra identidad.

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