Un hecho verdaderamente confuso está intentando ser esclarecido por estas horas en la justicia de Morón. Comenzó en Castelar sur, terminó en el lado norte de esa ciudad e incluyó lo que a priori se presenta judicialmente con el rapto de una nena de ocho años en el que también se sospecha existió abuso sexual (tocamiento) hacia la menor.
Lo único concreto y certero que hay hasta el momento es que por el hecho fue aprehendido ayer por la tarde un sujeto que fue el que la trasladó en su auto particular desde el lugar en el que la levantó, que fue en la esquina de Granada y Lacarra, hasta el otro lado de la ciudad, donde fue hallada por personal policial, exactamente en la esquina de Dean Funes y Segunda Rivadavia.
Según la reconstrucción hecha por Primer Plano Online hasta el momento, todo se inició cuando la nena llegó con su mamá a la parada del colectivo y la mujer decidió volver sobre sus pasos hasta la casa, ubicada a pocos metros, a buscar la tarjeta SUBE, que había olvidado. En esas circunstancias la Renault Scenic conducida por el sospechoso frenó, le abrió la puerta y cargó a la chiquita.
“El conductor la levantó luego de dar una vuelta manzana”, precisó una fuente de la causa, que luego de recopilar lo sucedido terminó con la aprehensión del sujeto en la tarde de ayer, en su casa de Saladillo al 3.400 de Castelar sur. El sospechoso, de 34 años, tenía el vehículo estacionado en la puerta de la casa y dijo desconocer el motivo por el cual lo estaban deteniendo cuando personal de las comisarías 3ª y 7ª de Morón llegó a la finca.
En principio la causa, que está en manos del fiscal Sergio Dileo, de la UFI Nº 6 de Morón, está caratulada como privación ilegal de la libertad agravada por resultar la víctima menor de 18 años de edad, en concurso real con abuso sexual simple, porque a bordo del rodado el sospechoso habría manoseado a la menor.
Esta mañana, Nicolás Sebastián G. brindó una larga declaración ante la Fiscalía en la que se declaró inocente, pese a que reconoció haber subido a la nena al vehículo y ofrecerse a llevarla hasta donde ella le dijo que iba, que era el club Argentino de Castelar. Y la chiquita accedió por voluntad propia, sin decirle que esperaba a la mamá. Arguyó que la conocía de su trabajo anterior en una remisería de Ituzaingó.
“La lleve porque me quedaba de paso en el trayecto a mi trabajo y que la nena iba a llegar al club tranquilamente”, especificó según consignaron a Primer Plano Online fuentes judiciales. Y también describió que cuando la menor se puso a llorar se puso nervioso e intentó tranquilizarla, y la bajó del auto al ver a dos patrulleros porque seguro de ese modo iba a llegar a la casa.
La Fiscalía que tiene a cargo la investigación solicitó la detención del acusado. Ahora debe resolver el juez de Garantías Nº 5, Jorge Rodríguez.