La justicia le otorgó la excarcelación a Franco Finocchiaro, el joven de 19 años que el pasado 5 de diciembre asomó la trompa de su auto con la barrera baja en el cruce a nivel de avenida Rivadavia y Urquiza, en Ramos Mejía, y provocó la muerte en el acto de su amiga Agustina Candela Albarracín (19), quien viajaba en la parte trasera del rodado con otra joven de la misma edad y otro muchacho sentado del lado del acompañante.
La Sala 1 de la Cámara Federal de San Martín, con la firma de los camaristas Marcos Morán y Darío Marcelo Fernández, dispuso conceder la libertad bajo caución real, cuyo monto deberá ser fijada por el juez de Morón Martín Ramos, y fijar la obligación de que Finocchiaro se presente ante el tribunal de origen del 1 al 5 de cada mes para asegurar su sometimiento al proceso en curso.
Lo que no se modificó en el fallo es la imputación que enfrenta el conductor: es la de homicidio culposo agravado por haber cruzado el paso a nivel del ferrocarril con las barreras bajas, violando las señalizaciones lumínicas y sonoras existentes y haciendo caso omiso a la alerta de la bocina accionada desde la formación del ferrocarril y por haberse dado a la fuga.
Los elementos que tomó en cuenta el tribunal de alzada para determinar la excarcelación son “la ausencia de antecedentes penales, las condiciones personales del imputado que evidencian un fuerte arraigo” y que “no se aprecian otros elementos objetivos que acrediten la existencia de un riesgo procesal idóneo”. Además, que “gran parte de la prueba ya ha sido producida en la causa, no advirtiéndose de qué manera la soltura del imputado podría generar un riesgo de entorpecimiento de la investigación”.
Asimismo, cuestionaron el planteo realizado por el magistrado, que atribuyó a Finocchiaro una “actitud de fuga” tras el hecho. Al respecto, los camaristas sostuvieron que “al momento de retirarse del lugar de los hechos podría haber actuado en un estado de conmoción y confusión producto del hecho ocurrido momentos antes y no determinado a eludir el accionar de la justicia”. Es decir, coincidieron con el planteo realizado por el abogado del conductor, Fernando Cabrera, quien aseguró que su cliente “no se escapó del lugar, sino que estaba en shock”.
Como informó Primer Plano Online a principios de diciembre, la explicación que brindó a la justicia Finocchiaro sobre el siniestro mortal fue que esa mañana esperó que cambie el semáforo a verde y que se fijó si estaba el banderillero. “Como no estaba, quise asomarme a ver si venía el tren. Cuando avancé, estaba el tren demasiado cerca, por lo que frené e intenté poner marcha atrás. De ahí en más no recuerdo nada”, atestiguó.
Por otro lado, señaló que toda la vida estuvo por Ramos Mejía y sabe que las barreras de la ciudad “andan mal en ese y otros cruces”, y que confiaba que el banderillero le avisaría si venía la formación, ya que su función es esa, mediante un silbato o señas.
No es menor eso que expresó: forma parte de la estrategia de su defensa que se evalúe la responsabilidad eventual del guardabarrera, que no estaba en ese lugar a la hora del siniestro. De hecho, el banderillero Ariel Emiliano Carranza fue citado a declarar en condición de testigo, y reconoció “hay días que la barrera no funciona bien”.