La Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó las penas que en marzo de 2019 recayeron sobre Alejandro Gabriel Gómez, María Florencia Romero, Matías Ezequiel Brítez, Juan Leonel Peña, Sebastián Alfredo Renversade y Gabriel Alejandro Rodríguez, todos ellos oficiales de la Policía Local de La Matanza, que fueron detenidos tras secuestrar a un hombre y amenazarlo con cortarle un dedo si no pagaba un rescate de 60 mil pesos.
Como se comprobó en el juicio, la captura ilegal de la víctima fue planificada a través de conversaciones en un grupo de WhatsApp al que titularon «Ponela Tío», en donde organizaron la movida delictiva para sacarle el dinero al sujeto, al que vinculaban con la actividad narco. La Justicia dio por acreditado que los efectivos, mientras se hallaban en actividad y vestidos con sus uniformes reglamentarios, secuestraron a un vecino de la localidad de Virrey del Pino el 7 de febrero de 2017 entre las 17 y las 20.45.
LA PARTE DEL FALLO EN QUE LA JUSTICIA SE ENFOCA EN EL GRUPO DE WHATSAPP:
La totalidad de la banda fue condenada a la pena de diez años de prisión luego de que la justicia consideró que eran coautores penalmente responsables de los delitos de secuestro extorsivo agravado por el empleo de armas de fuego, por pertenecer a una fuerza de seguridad y por el número de intervinientes. En rigor, quedó probado en el juicio que I.B.P. había sido secuestrado mientras caminaba por la vía pública acompañado de otro hombre y una mujer “por dos patrulleros que pasaban por el lugar”.
Una de las dos personas que caminaba junto al hombre que fue llevado cautivo comenzó a recibir llamados en su celular con el pedido de rescate para su liberación, provenientes de un número identificado en la causa. Tan burda la maniobra como se lee. Incluso hubo llamado desde otro número y en el que se oyó la voz de la víctima, quien pedía prisa en la recolección del dinero.
Además del testimonio del hombre y la mujer que caminaban con la víctima, los investigadores determinaron que uno de los números desde los cuales llamaban para exigir el pago del dinero para su liberación estaba asociado al perfil de Matías Ezequiel Brítez (uno de los condenados) en la red social Facebook y que, ingresado a su perfil público, se observaban fotografías de él vestido de policía.
CÓMO SE DIVIDIÓ LOS ROLES LA ORGANIZACIÓN DELICTIVA CON UNIFORME POLICIAL
“El análisis del abundante plexo probatorio producido en el juicio de debate sustentó con eficacia la responsabilidad de todos los encausados como coautores del secuestro extorsivo en el que habrían actuado en forma mancomunada”, dictaminó la Cámara de Casación para ratificar la sentencia.
Y evaluaron sobre la denominación ‘Ponela Tío’ del grupo de WhatsApp como “paradigmática”. “De la prueba colectada y a la luz de lo sucedido está claro por qué se decidió llamarlo así: el “tío” del secuestrado debía “poner” el dinero del rescate. Para “que la ponga” como dijo Renversade. En el grupo los seis participaban activamente enviándose mensajes de texto, fotografías y audios”, señalaron los jueces.
“La lectura de esos mensajes de texto y audios revelan que se fue utilizado para planear el secuestro, impartir directivas y mantenerse todos sus integrantes conectados y al tanto de lo que sucedía mientras el hecho se consumaba. Esto porque no podían desentenderse por completo de sus funciones diarias. Incluso por ese medio se decidió liberar a la víctima cuando Renversade tomó conocimiento que el secuestro había sido denunciado”, completaron.
