Pablo Ariel Santillán descansa en paz. Y su familia puede continuar el duelo eterno con la sensación de que el muchacho tuvo justicia. El asesino al volante que, manejando borracho, fue responsable del crimen vial del motociclista sobre el Camino del Buen Ayre, en Ituzaingó, fue condenado a la pena máxima que establece el Código Penal para siniestros de esta naturaleza.
Este mediodía, la jueza Graciela Julia Angriman, titular del Juzgado Correccional Nº 5 de Morón, firmó la sentencia a seis años de prisión de cumplimiento efectivo contra Carlos Andrés Dip (46) en orden al delito de homicidio culposo agravado por la conducción imprudente y negligente de un vehículo automotor con un nivel de alcoholemia superior a un (1) gramo por litro de sangre. El resultado de ese control fue de 1,97.
Condenaron al mecánico que manejaba borracho y causó la muerte de Ariel Santillán en Camino del Buen Ayrehttps://t.co/3CZer70Ad2 pic.twitter.com/S2KL794ZAJ
— Primer Plano (@primerplanotv) April 25, 2025
En el mismo fallo, que se dio a conocer mediante un juicio abreviado con acuerdo de todas las partes, la magistrada le impuso la inhabilitación especial por 10 años para manejar al ahora condenado. Como es una pena de cumplimiento efectivo, vencerá el 12 de junio de 2030.
El asesino al volante condenado: “nunca vi la moto”
Como informó Primer Plano Online, aquella jornada fatal Dip manejaba su vehículo Renault Sandero Stepway gris por el carril central del Camino del Buen Ayre en sentido Panamericana-Acceso Oeste.
A la altura del kilómetro 18.500, justo cuando transitaba el final de la curva en la traza, invadió el carril de la derecha e impactó contra una camioneta Peugeot Partner manejada por una mujer. Fue en ese instante que Dip perdió el control de su vehículo, giró de golpe hacia la izquierda y chocó contra el guardarraíl central.
En esa maniobra embistió de manera lateral a Santillán, que justo lo sobrepasaba por la mano rápida. El motociclista salió despedido hacia la mano contraria, atravesó la separación de manera completamente involuntaria y fue arrollado de frente por un Toyota Corolla que tampoco tenía nada que ver con el episodio. El muchacho de la moto murió en el acto.
En medio de la conmoción, Dip quedó frenado en la autopista y la intervención policial y del resto de los automovilistas involucrados evitaron que escape. Es más: cuando todo transcurría se sentó en un patrullero y se quedó dormido de tanto alcohol que tenía en sangre.
“Nunca vi la moto, yo sólo sentí una explosión en mi lado izquierdo, el lado del volante y ya después sólo vi la camioneta de la señora con la que hablé”, fue lo que alcanzó a explicar al fiscal Marcelo Tavolaro, de la UFI Descentralizada Nº 1 de Ituzaingó, una vez que recuperó su conciencia.
La versión del Qura Plus que terminó siendo un agravante
Es más: también declaró que había tomado un medicamento de venta libre como es el Qura Plus por sentirse congestionado, y atribuyó a un efecto secundario su posible desatención al volante. De hecho, terminó siendo un elemento que jugó en su contra, porque el fármaco está desaconsejado para el manejo vehicular por sus efectos en el sistema nervioso: potencia su efecto nocivo si se toma con bebidas alcohólicas.
Según el propio Dip reveló, aquella jornada había tomado “tres botellas de cerveza” con un amigo y se retiró del taller mecánico en el que trabajaba en busca de un repuesto. “Todavía no caigo como pasó lo que pasó. No se ni cómo voy a seguir, si pedirle perdón a la familia, no sé qué hacer”, fue otro tramo de su declaración durante el proceso, que concluyó con la condena.
En su fallo, la jueza Angriman también resolvió restituir de inmediato a sus propietarios los vehículos involucrados en el siniestro fatal, incluida la moto en que viajaba Ariel, que volverá a manos de su familia.
