Una bajada de línea del Ministerio de Seguridad para combatir el robo automotor es ajustar clavijas con el control de actividades de talleres mecánicos en los barrios. La ley así lo habilita: cada comercio del rubro debe contar con habilitación comercial y un libro en el cual se registre cada vehículo intervenido.
Ayer, un mega operativo policial llegó hasta la esquina de Balcarce y Juan José Paso, en Morón, donde hay instalado un local de chapa y pintura desde hace cuatro años. El propietario del local dio su anuencia para el ingreso de los uniformados, pertenecientes a la Policía Ecológica y de la Estación de Policía de Morón.
Fue en el marco de un trabajo de rutina dedicado a inspeccionar y verificar la actividad de establecimientos regulados por la Ley 13.081. En el lugar, además del propietario, estaban trabajando dos empleados más. Según describieron fuentes de la investigación, detectaron que el comercio “no tiene habilitación municipal” para realizar la actividad, y tampoco el libro de registro de cada vehículo y autoparte ingresada, tal cual establece la normativa vigente. Así lo precisaron fuentes que participaron del procedimiento a Primer Plano Online.
“El taller también contaba con un espacio y con equipamiento apto para el desguace de vehículos, como así también la supresión y modificación de numeraciones registrales”, detallaron los voceros. Había, al momento de la inspección, tres autos y “gran cantidad de autopartes”, que fueron revisadas en su totalidad. Y ahí el descubrimiento de que algo olía mal.
El origen espurio de las autopartes incautadas
Las fuentes consultadas informaron a Primer Plano Online que había 37 puertas de distintas marcas y modelos de vehículo; 21 capot de distintas marcas y modelos; 15 portones/tapas de baúl de distintas marcas y modelos, totas con una característica: les habían quitado su grabado. ¿Fue en ese taller?
Eso es lo que se debe determinar con la investigación posterior. Pero, como sea, los delitos se cometen por acción o por omisión. Tener autopartes sin su documentación ya es cuanto menos una infracción al artículo 289 del Código Penal.
Asimismo, en el lugar había 30 autopartes con numeración registral visible de los cuales cuatro pertenecían a vehículos con secuestro activo por haber sido robados. Por eso, en principio, tanto el dueño del lugar como los trabajadores quedaron imputados en una causa penal por encubrimiento a disposición de la Fiscalía Nº 5 de Morón.
El combate contra el mercado negro
Las autoridades buscan cortar el circuito que hace redituable el negocio de robar autos o insumos como ruedas. En el caso de los vehículos se espera en los próximos días un mayor control sobre la actividad de talleres mecánicos y de chapa y pintura que funcionan en los barrios.
Se sabe que hay un lucro detrás de este tipo de robos, que es similar al de los celulares: las bandas improvisadas reinsertan en el mercado coches o motos robadas a menor precio del que valen con documentación apócrifa o incluso cubiertas y llantas de buena calidad en negocios que funcionan bajo la fachada de gomerías.
De ese famoso mercado negro habló el intendente de Morón, Lucas Ghi. “Esa rueda termina en el vehículo de una persona que no sale a robar pero que alimenta el delito con la compra clandestina de un producto robado”, sentenció el jefe comunal, que remarcó que una de las claves para el combate contra la inseguridad es “intervenir para evitar la compraventa ilegal que es el destino de gran parte de los bienes robados”.
