Balearon a un docente y vicedirector de la Escuela de Educación Técnica Nº 4 de El Palomar durante el intento del robo de su auto en Ramos Mejía. La víctima sufrió un tiro en una pierna que le provocó una grave herida, por la que todavía permanece internado a la espera de una cirugía.
Según narró su pareja a Primer Plano Online, Eduardo (su apellido no publica por pedido expreso de su familia) fue interceptado a punta de pistola por delincuentes que le exigieron la entrega del rodado. Como no pudieron arrancarlo, en medio del griterío le dispararon mientras huían corriendo, sin concretar el delito.
“Estábamos en Las Heras al 200 estacionando porque a la vuelta vive un amigo que cumplía años e íbamos a comer a su casa. Estacionamos y dos personas de cada lado del auto se acercaron, uno de ellos armado. Los dos que tenía de mí lado me dijeron que sacara al nene tranquila que no iban a hacernos nada”, contó a este medio la mujer del profesor.
Los otros dos ladrones que estaban del lado del conductor le sacaron todas sus pertenencias: billetera, celular, todas las llaves que tenía encima, incluidas las del auto. “Él se alejó con los brazos arriba, pero cómo no pudieron arrancar el auto porque tenían que poner el embrague para que arranque empezaron a gritar ‘las llaves, las llaves’ y le pegaron un tiro. Después salieron corriendo”, narró la mujer.
Críticas a la Policía y el traslado en ambulancia
Siempre según sus palabras, naturalmente con profunda angustia todavía por lo vivido con otra criatura en la línea de fuego, la familia experimentó otra sensación de impotencia. “La Policía estaba ahí nomás y no hizo nada. Y cuando llegó, a toda costa quería que nos lleváramos a mi novio en el auto a algún lado para hacerlo atender”, reveló la mujer.
Ella se opuso rotundamente al pedido: se negó y manifestó que de ninguna manera se irían porque no tenían en claro qué tipo de herida padeció. “Nos insistieron diciendo que la ambulancia iba a demorar. Querían sacarnos de encima”, es lo que sintió la mujer. Finalmente, fue un móvil sanitario el que lo trasladó al hospital Güemes, de Haedo.
Lo cierto es que el educador sufrió un balazo arriba de la rodilla que le partió el fémur en tres partes. Y la bala le quedó alojada en la articulación, por lo que debe ser operado en el mencionado nosocomio, donde permanece internado. Si bien su vida no corre peligro, le espera una larga recuperación por delante.