Otro empresario de Ituzaingó fue víctima de una salidera bancaria. Le ocurrió tras retirarse de la sucursal del Banco Santander, ubicado en Santa Rosa al 1700, y al descender de su camioneta en la puerta del domicilio de la calle Videla al 2300.
Dalmiro, el lamentable protagonista de la historia, le contó a Primer Plano Online detalles de una secuencia que aún lo mantiene perturbado. Y con sospechas hacia el accionar de la entidad financiera, de la que es cliente y en la que retira dinero en efectivo habitualmente para el pago de salarios del personal.
“Cuando llegué no había gente en el banco: estaba solamente yo y el camión de caudales atravesado en el estacionamiento, por lo cual no pude ingresar con mi camioneta como de costumbre. Dejé el vehículo estacionado un poco más adelante, sobre la avenida, y cuando terminé me subí y arranqué mirando por los espejos por las dudas, como hago siempre”, narró el empresario del rubro de la construcción.
El robo en sí pasó en las puertas de su casa luego de estacionar. “Me demoré unos segundos buscando la billetera y las llaves. Al bajar ya vi a uno de los tipos corriendo hacia mí, uno con la pistola en la mano, y otro en la moto. El armado me dijo ‘quédate quieto, te quemo’ y de inmediato les entregué el morral”, se sinceró.
La sorpresa de los delincuentes, que esperaban robar más dinero
La secuencia narrada por Dalmiro se observa a la perfección en la filmación que captó el hecho y que Primer Plano Online comparte con sus lectores. Lo que sucedió inmediatamente después de que el hombre entregó el dinero fue que los motochorros siguieron buscando en el habitáculo de la camioneta a ver si encontraban algo más. ¿Tendrían mal el dato?
“Todo lo que tenía estaba en el morral”, indicó la víctima. “Entiendo que hubo otra persona que me marcó, y quizá esperaban encontrarse con un monto más grande. También se llevaron una chequera y un cheque que tenía para depositar”, reveló. El monto total que le sustrajeron fue de dos millones de pesos.
Una vez que se hicieron con el morral se fueron rápidamente en la moto. Dalmiro hizo algo de lo que no se enorgullece: los persiguió durante 10 cuadras hasta que los perdió en el semáforo de Thorne y Brandsen. En el trayecto llamó al 911 y cuando regresó a casa, con toda la adrenalina y la frustración a cuestas, llegó un patrullero. Ahí presentó la denuncia de rigor.
“Permanentemente voy al banco para retirar dinero y pagarle al personal. Ayer fue un monto menor, porque era para abonar a un proveedor: el total eran dos millones de pesos. Si vos mirás bien la filmación son los mismos tipos del robo de hace 10 días, con ropa de manga larga quizá para tapar algunos tatuajes”, completó.
El empresario recibió anoche un correo electrónico confirmándole que la fiscal María Alejandra Bonini, de la UFI Descentralizada Nº 2 de Ituzaingó, quedó al frente de la investigación.
