Habitantes del barrio Malvinas Argentinas (ex barrio Obrero) de la localidad de Libertad, en Merlo, viven horas de extrema angustia por la falta de agua en la zona. No descartan hacer una movilización fuerte en los próximos días para visibilizar una problemática que viene de larga data y que salió a flote nuevamente con las temperaturas elevadas del vienes pasado, lo que de algún modo es un antecedente pensando en el verano.
“Hace muchos años, el barrio estaba abastecido de agua por el tanque ubicado en la plaza de esa localidad (foto). Teníamos nuestro propio tanque y no lo cuidábamos como corresponde”, contó una de las referentes barriales a Primer Plano Online. Lo cierto es que ese tanque luego se complementó con una red de emergencia que ejecutó la empresa AySA pero que jamás se terminó.

En 2018 ese grupo de vecinos y vecinas pidió a la prestataria del servicio que los incorpore como usuarios pagando como corresponde la instalación y luego el servicio de agua potable domiciliaria. Se inició la obra en 2020, pero por presuntos problemas hidráulicos nunca finalizó. “Nos rompieron las veredas para pasar los caños, pero quedó todo así. Empecé a llamar y nos informaron que hay un problema hidráulico por el cual no nos pudieron hacer la conexión”, narró la vecina.
En esa zona, asimismo, se suceden los inconvenientes con las bombas que abastecen del fluido a las viviendas. “De las tres bombas que existen casi ninguna funciona. Aducen problemas eléctricos, de tablero, y nos cortan el agua por largos períodos. Sabemos que se viene el verano y que esto va a ser peor”, estimó la referente barrial.
La burocracia de siempre ante cada reclamo vecinal trasladado a AySA
Ella misma consiguió el contacto de un funcionario de la Agencia de Planificación (APLA), una dependencia que tiene como misión coordinar integralmente la planificación de las obras de expansión y mejoramiento del servicio de agua y saneamiento en el área de la concesión de AySA. Se pudo avanzar, pero nunca del todo.
Ese grupo vecinal tienen un interlocutor, que es un funcionario del Municipio, que brinda respuestas cada vez que se quedan un agua. El tema es que, ante cada reclamo, aparece la burocracia de siempre: las autoridades locales aseguran que debe ser trasladado a AySA y la empresa responde pidiendo el número de cliente. Como no tienen, no lo pueden tomar.
“Queremos que nos hagan usuarios, poder pagar el servicio y que terminen la obra. Estamos repodridos y no descartamos medidas como cortar la calle para que nos den respuestas. Encima tenemos mucha gente con discapacidad en el barrio y no nos pueden dejar sin agua. Necesitamos respuestas urgente”, cerró la mujer.









