El Sindicato de Empleados, Obreros de Comercio y Afines (SEOCA) de zona oeste informó que, luego de “arduas negociaciones” con la patronal, finalmente se arribó a un acuerdo con representantes de la empresa Medamax y la plantilla de trabajadores que quedaron sin empleo tras el cierre del establecimiento ubicado en Laferrere.
El entendimiento entre las partes implica que las y los trabajadores cesanteados percibirán el 100 % de la indemnización correspondiente. Cabe recordar que el comercio mayorista de artículos de limpieza, ubicado en la avenida Juan Manuel de Rosas al 11.800 de la mencionada localidad matancera, cerró sus puertas abruptamente a finales de julio y 70 personas quedaron en la calle.





Desde entonces la comitiva de hombres y mujeres inició una protesta con permanencia y acampe en las puertas del comercio para defender sus derechos enfrentando las inclemencias climáticas, puntualmente el frío polar de aquellas semanas. Con respaldo del gremio, exigían el pago del salario de junio, aguinaldo y de la indemnización completa.
Días difíciles frente a Medamax y el reconocimiento gremial a la lucha
Una vez rubricado el acuerdo ante las autoridades competentes, desde SEOCA salieron a manifestar su conformidad con la chance de que, en medio de la incertidumbre por quedarse sin su ingreso diario, ese grupo de trabajadores al menos cobrará el dinero compensatorio luego de tantos años de servicio. “Han sido días muy difíciles. De angustia, nerviosismo, temor e incertidumbre”, detallaron desde la organización sindical conducida por Julio Rubén Ledesma.

Y agregaron: “sin embargo, como se ha demostrado a lo largo de la historia del movimiento obrero argentino, la unidad de los compañeros y compañeras como así también, la decisión política de esta comisión directiva, ha logrado una vez más que la insensibilidad y el individualismo de algunos sectores de la Argentina no se impongan frente al espíritu fraternal solidario de los trabajadores organizados”.
Para finalizar, agradecieron la solidaridad que recibieron en esos dos meses de lucha de parte de la vecindad del lugar, de gremios colegas, de las familias de las personas cesanteadas y de “todos aquellos sectores de la comunidad que entienden que el único camino posible para una Argentina grande es con justicia social”.