Se confirmó el pésimo diagnóstico que habían dado los profesionales de la salud que atendían a Belén San Román, la joven oficial de la Policía que se disparó un tiro en la cabeza al no poder soportar la viralización de un video que formaba parte de su intimidad que fue grabado y difundido sin su consentimiento.
Lamentablemente, ese cuadro irreversible del que hablaban los médicos con la familia terminó con la vida de la chica esta mañana de viernes, cerca de las 9.30. La chica estaba internada en el hospital San Luis de su ciudad, Bragado, y su vida se terminó de apagar para siempre. Así lo confirmó su tío abuelo, Diego San Román, a Primer Plano Online.
Belén atravesaba momentos de “profunda angustia y tristeza”, según confiaron sus allegados. La joven, mamá de dos pequeños hijos, se mostró muy afectada en el último tiempo por la divulgación de las imágenes que habían sido registradas en una relación que mantuvo con un sujeto que actualmente se encuentra detenido en Chivilcoy.
Al momento de pegarse un tiro, la chica se encontraba sola en su casa. Luego de la determinación fue encontrada agonizando por compañeros del Comando de Prevención Rural, a quienes les había enviado un mensaje.