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martes, noviembre 12, 2024
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Merlo: nene de 12 años, víctima de banda de extorsionadores que actuó desde dos cárceles

El botín que se llevó la organización delictiva fue dos televisores, dos consolas de juegos, 150 mil pesos en efectivo y el celular del chico. En un primer momento el muchacho le mintió a su mamá: contó que le habían entrado a robar. Pero luego se quebró y describió la verdad, con lo cual la mamá realizó la denuncia.

Un nene de 12 años con domicilio en la localidad de Parque San Martín, en Merlo, recibió un llamado telefónico desde una línea en cuya foto de perfil aparecía un comisario de la Policía bonaerense. El mensaje era, un rigor, una advertencia, y sonó como aviso: “te vamos a meter preso a vos y a tu papá porque tenemos una orden de allanamiento en tu casa por una causa de pedofilia”.

Le exigieron, para no avanzar con el procedimiento, que le entregue todas las cosas que tenía a mano de valor en su domicilio y dinero en efectivo. “Los va a pasar a buscar una mujer en un rato”, fue la indicación que la víctima recibió. Efectivamente, al rato apareció en la vivienda un Chevrolet Corsa blanco, del cual bajó una joven, tocó el timbre y del otro lado abrió la puerta el menor, que sin entrar en diálogo empezó a entregar lo que le habían impuesto.

El botín que se llevó la organización delictiva fue dos televisores, dos consolas de juegos, 150 mil pesos en efectivo y el celular del chico. En un primer momento el muchacho le mintió a su madre: contó que le habían entrado a robar. Pero luego se quebró y describió la verdad, con lo cual la mamá realizó la denuncia. Y así comenzó a investigarse un caso que preocupa, porque este tipo de engaños no discrimina víctimas.

Lo primero que hicieron en la Fiscalía Nº 3 de Morón los fiscales Mario Ferrario y Valeria Courtade fue ordenar a la Policía una revisión de las cámaras de seguridad de la zona. Así consiguieron captar la patente del rodado y realizar un rastreo de su origen. Ese vehículo pertenece a una remisería ubicada en la localidad de Libertad, también en Merlo, y es conducido por dos hermanos alternadamente. Ambos fueron aprehendidos en la génesis de la pesquisa, pero luego liberados al constatarse que el día del hecho no trabajaron.

Además, se comprobó que los artículos robados de la finca fueron dejados en una casa de la misma zona, en donde la justicia ordenó un allanamiento fiscal de urgencia. Allí secuestraron uno de los televisores que le llevaron al nene, marca Admiral, y los dueños de la finca, un matrimonio de personas mayores, se justificaron diciendo que lo habían comprado mediante una transferencia bancaria hecha a una cuenta que le indicaron.

Y explicaron que su yerno está preso en una unidad penitenciaria cumpliendo condena, con lo cual todas las sospechas se condujeron a una estafa orquestada desde una cárcel. “Él la llamó a nuestra hija, le dijo que fuera a una dirección en Parque San Martín a retirar unas cosas. Nosotros le pagamos el televisor casi 50 mil pesos”, se excusaron ante la Policía que allanó su vivienda y secuestró el artefacto, que la familia víctima reconoció como propio por un defecto físico en el control remoto.

En esas circunstancias la hija de ese matrimonio, oriunda de Pontevedra, fue detenida en el marco de la investigación. “Me llamó mi marido y me pidió que vaya a buscar esas cosas. Y se los vendí a mis papás porque el amigo de mi pareja necesitaba el dinero”, confesó. Pero también reveló que, en la comunicación desde la cárcel, su pareja le dijo que el favor se lo había pedido un excompañero de celda, que ahora se encuentra en otro penal. Es decir, una cadena de favores y engaños para concretar la extorsión al menor.

La justicia realizó ayer sábado dos allanamientos en los penales en cuestión y está en busca del chip desde el cual se realizó la llamada. Durante el procedimiento realizado ayer sábado los investigadores hicieron sonar el teléfono y la antena impactó en la unidad penitenciaria, pero no en la celda de la que sospechaban. Por el momento está detenida la hija del matrimonio en cuya vivienda secuestraron uno de los televisores y su hermano, que es quien conducía el Corsa en el cual llegaron a la casa de Parque San Martín para concretar el delito.

Así como el cuento del tío del cual son víctimas personas adultas mayores, este tipo de comunicaciones desde cárceles suelen ser moneda corriente y otra vez ponen en debate si los detenidos tienen que contar con celulares. No es el primer caso en el que se conocen situaciones así desde penales: hubo incluso secuestros, como el del carnicero en Hurlingham del cual informó Primer Plano Online. Y hasta el cantante Peteco Carabajal fue engañado.

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