Florencia Lisarazo tiene un objetivo bien claro: quiere obtener una lista para competir en las PASO contra el actual intendente Gustavo Menéndez, condenado en primera instancia por “fraude a la administración pública”.
El sábado Lizaraso organizó el segundo encuentro de la militancia en el que denunció una persecución política por parte el oficialismo. “Este encuentro de la militancia ha sido sujeto a una persecución política que entendíamos habíamos dejado atrás en Merlo. Que muchos clubes no se atrevieron a alquilarnos el espacio por las presiones de las que son víctimas. Que muchos trabajadores municipales no pudieron asistir por las presiones de las que son víctimas. Que toda nuestra campaña publicitaria es particularmente atacada y que los medios de comunicación dependientes del gobierno local pretenden invisibilizar toda actividad política del espacio, incluso aunque sea el de mayor territorialidad y militancia de Merlo en la actualidad, escondiendo así no a nosotros, sino a todo ese pueblo que representamos, y que hoy quedado a las vistas de todos. Que pese a todo eso el pueblo de merlo es digno, y decidimos dejar el miedo atrás de una vez y para siempre. Y eso hicimos, y nos juntamos”, afirmó Lizaraso en un comunicado.
Y reclamó su lista en las PASO para competir con el jefe comunal que asumió en diciembre de 2015 y tuvo una intendencia marcada por los viajes al exterior. “Tenemos que ir a internas porque no hay que tenerle miedo al pueblo. Necesitamos la unidad del pueblo para reconstruir la Argentina, para poder discutir e imponernos frente a los poderosos que nos dominan, y la unidad popular se construye con internas para unir todas las expresiones populares democráticamente, y poder construir gobiernos con una fuerte legitimidad. Un gobierno que no represente a toda la unidad del pueblo de Merlo es un gobierno débil, y un gobierno débil no puede enfrentar a los poderosos para defender a los humildes, y eso necesitamos hacer en la Argentina, y más aún en Merlo. Si el intendente elige dejar, porque nosotros aquí estamos para competir, a una parte enorme de nuestro pueblo afuera de la construcción de la unidad por temor a las urnas, sólo podrá surgir un gobierno débil en Merlo, y lo que precisa el pueblo es otra cosa. Precisamos unidad y fuerza, para reconstruir este país como lo hizo Néstor en 2003, y un gobierno fuerte es un gobierno legitimado en las urnas por todo el pueblo merlense, por todo el pueblo peronista. Por eso internas para la unidad, la fuerza y la legitimidad del próximo gobierno, internas porque de diez merlenses seis quieren a Cristina, y sólo tres a Menéndez. No dejemos a la mitad afuera. Una parte importante de nuestro pueblo no ve en Menéndez, ni en su gestión, el reflejo de Néstor y de Cristina, y nosotros tampoco. Para eso están las internas”, remarcó la concejal.
“Internas para no obligar a todos esos merlenses que quieren votar todo un proyecto y toda una lista, a que tengan que votar Menéndez para poder votar a Cristina. Ese voto es de resignación, no de esperanza, y un pueblo sin ilusión es un pueblo derrotado. No vinimos a la política para ver la derrota de nuestro pueblo ni su resignación, vinimos para construir la igualdad y la justicia. Un pueblo sin esperanzas, ni convicciones, ni sueños canalizados en la política, es un pueblo resignado y derrotado, y precisamos un pueblo de pie, unido y organizado, para eso también están las internas. Que el voto tenga sueños, esperanza y política, y no resignación”, aseguró la concejal que aspira a pelear con Menéndez en agosto.
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Y concluyó: “Hay una parte de la sociedad de Merlo que desaprueba esta gestión, o que recuerda y que aún le duele, el abandono de estos tres años y que no quiere otra vez votar a Menéndez porque ya fracasó, para ese pueblo Menéndez es un obstáculo para poder votar con toda su esperanza la boleta de Alberto y de Cristina. Para aquellos que Menéndez es un obstáculo, acá estamos, para los que quieran volver a votar a Menéndez ahí estará. Unidad es sumar, sumar a la victoria, porque primero la patria, después el movimiento y por último los hombres. Poner ese principio en práctica es un deber para un peronista”.
