“El Gobierno municipal necesita hombres y mujeres que lo defiendan en el Concejo Deliberante”. La sentencia pertenece a Lucas Ghi, intendente de Morón, protagonista en todo el verano del blanqueo de una situación de alto impacto: luego de décadas de compartir aventura política rompió lazos con su exconductor Martín Sabbatella.
El programa periodístico Primer Plano viene dando cuenta de esta circunstancia desde mediados de 2024, cuando los rumores empezaron a tomar fuerza y los propios actores los reconocieron a cuentagotas. De a poco, con fotos, presencias y ausencias en actos oficiales todo se hizo indisimulable. Y mucho más cuando el jefe comunal modificó su gabinete y se rodeó de un entorno que conformó el luquismo paladar negro.
“¿Pero te ves todavía dentro de Nuevo Encuentro?”, lo indagó Adrián Noriega, conductor del ciclo periodístico que comenzó su temporada 32 en el aire de la televisión regional con la presencia de Ghi en el estudio. “Hoy estamos con posiciones encontradas con Martín (Sabbatella) y tal vez yo expreso un sector del partido que no tiene contradicciones o que no tiene ningún tipo de vacilaciones a la hora de apoyar la gestión local y la gestión de la provincia de Buenos Aires de Axel Kicillof”, reveló el intendente.
La elección de 2025, determinante para el futuro del Gobierno comunal de Morón
Ahí nomás metió la primera cuchara para empezar a avizorar lo que puede venir de cara a la elección legislativa de 2025, que no se sabe aún cuándo será y de qué manera. ¿Habrá primarias? ¿Se dirimirán en una interna partidaria las candidaturas? ¿Habrá varias listas en los cuartos oscuros?
“Eso se discutirá oportunamente. En unos meses estaremos en el marco del proceso electoral, hay que ver si estas posiciones se cristalizan o no en posturas diferentes”, dejó abierta la puerta el mandatario. De alguna manera le quitó dramatismo a las divergencias.
“No me levanto a la mañana pensando en eso y lo haría muy mal”, enfatizó Ghi. “Creéme que si tenés necesidad de gestionar un Municipio, tengo que arbitrar que (esa interna) no se note. Buscamos, una gestión que no se burocratice, que se sienta desafiada, que esté a la altura de las expectativas, que afronte con valentía y con capacidad un contexto tan difícil, que dé respuesta a las necesidades”, agregó el intendente.
Pese a que la ruptura política es evidente y el Gobierno de coalición atraviesa su peor momento en cuanto al armado, por ahora los tres sectores en pugna (el luquismo, el sabbatelismo y el Frente Renovador) no tienen pensado romper la unidad que los llevó a ganar el Municipio en 2019. Saben que hacerlo puede significar un golpe para el oficialismo local. Y que todo dependerá también de cómo se reconfigure el mapa político a nivel nacional y provincial tras la elección legislativa.









