“Lo más llamativo de este caso es la velocidad con la que actúan. Es realmente sorprendente”. La voz de una fuente de la investigación vinculada a esclarecer el robo de ruedas a por lo menos cinco vehículos estacionados en la vía pública es contundente: se trata de verdaderos expertos en el arte del delito.
Hay un lucro detrás de este tipo de robos: reinsertar en el mercado cubiertas y llantas de buena calidad, y ese es el otro capítulo de la pesquisa en curso. Las cámaras de seguridad de la Sala de Situación en Red del Municipio de Ituzaingó fueron claves para determinar el recorrido de los malvivientes y la manera en que desempeñaron su “destreza”.
Las denuncias en el sistema 911 habilitaron que personal de la comisaría 1ª de ese distrito ponga manos en la investigación, primero con la revisión del material fílmico y luego con la identificación del vehículo usado por los malvivientes. Así llegaron hasta un domicilio de Merlo, que fue allanado por orden judicial en la madrugada de hoy.
En esa vivienda la Policía incautó un total de cinco ruedas completas de diferentes medidas y marcas, cuatro centros de llantas de Fiat 500, nueve tasas de modelos varios, tres llaves cruz, dos criquets, bulones de ruedas y vestimenta usada por al menos uno de los sospechosos de cometer los robos.
El procedimiento terminó con la aprehensión de un hombre, que se intenta establecer si es uno de los que participó de los delitos en cuestión. Además, la fiscal María Alejandra Bonini, de la Fiscalía Descentralizada Nº 2 de Ituzaingó, tiene la mira puesta en el circuito en el que las ruedas son reducidas para volver a insertarlas en el mercado. Ese es el próximo capítulo a develar.