“Esta medida promueve la conciencia de que el cuidado de la intimidad no es propiedad de un género. Niños y niñas tienen que respetar su intimidad ante otro varón o ante otra mujer sea cual sea el género que tenga. Uno de los contenidos de la ESI es la prevención de actitudes inadecuadas en cuanto a la sexualidad, es decir, contra los abusos”.
La reflexión pertenece a Valeria Gómez Villa, directora de Educación del Municipio de Morón. La expresó durante una entrevista con Adrián Noriega en la emisión semanal del programa periodístico Primer Plano por el canal Somos, de Flow, en el marco de una charla en la que la funcionaria valoró el debate que se abrió en torno a la decisión que tomó un jardín de infantes de Castelar de dejar de discriminar a los baños de la institución por género.
En rigor, aquella medida que tomó estado público a raíz de una suerte de denuncia hecha por un papá del establecimiento que no estuvo de acuerdo pero que no lo planteó con la comunidad educativa, sino que directamente fue a los medios, instaló en la esfera pública un tema que sigue siendo tabú. ¿Quién debe hablarle a nenes y nenas de su sexualidad? ¿Es la Educación Sexual Integral (ESI) una cuestión para conversar a cualquier edad? ¿Es la escuela el ámbito para conversar sobre la intimidad?
Pese a que fue sancionada hace más de una década, la ESI no es fácil de instrumentar. Es un proceso muy paulatino, marcado por las propias barreras generacionales. No necesariamente se trata de una cuestión de edad o de género sino de la sociedad que se va construyendo. El paso de los años y la naturalización de determinadas concepciones derivarán en los cambios indispensables para que las infancias crezcan con otra cabeza. De eso se trata.
Gómez Villa refirió sobre el particular con un ejemplo. “No es correcto naturalizar que la intimidad se comparte con el mismo género, algo que generalmente sólo pasa con los varones. La sociedad no se cuestiona el uso de mingitorios, que parece un artefacto de la edad media, y que hace vivir a muchos varones cosas que son tortuosas. Hay muchos relatos de adultos que, cuando hablan de su niñez, cuentan que tienen que mostrar su intimidad como algo súper natural, que la verdad no lo es”, manifestó.
Es real que el sistema educativo tiene grandes desafíos por delante: adaptar métodos de enseñanza a los tiempos actuales, donde la tecnología lo atraviesa absolutamente a todo; educar a docentes estar frente a un aula de personas nativas tecnológicas; e incorporar nuevos preceptos sobre cómo enseñar, entre otras cosas. Por supuesto, también que en las escuelas no haga frío y chicos y chicas tengan para comer.
Pero la Educación Sexual Integral es una herramienta fundamental para el futuro, y eso nadie lo puede negar. “La resistencia a esta ley abarca a muchas generaciones. Sí creo que quienes hoy son adolescentes no van a tener los cuestionamientos que la nuestra tiene. En ese sentido vienen nuevas ideas y miradas”, completó Gómez Villa. Ojalá tenga razón y la deconstrucción sea simplemente el decantar del paso del tiempo.