Ecos de la fuga en la comisaría 1ª de Morón: como informó Primer Plano Online el sábado, la evasión de un peligroso delincuente de la dependencia tras limar un barrote determinó la salida de la cúpula de la seccional y el recambio de autoridades. El nuevo comisario a cargo es Cristian Caro, proveniente de la 4ª de Gervasio Pavón.
Pero de lo que se trata en este informe es de dar cuenta de la situación carcelaria en esa comisaría, que está completamente desbordada en su capacidad de alojar detenidos. Es que mientras el cupo habilitado es para 13 personas, en la última requisa realizada por jueces y fiscales del Departamento Judicial Morón a principios de abril había 48 personas privadas de su libertad.
La fiscal Florencia Di Sciascio y los jueces Federico Topino y Fernando Rivero, integrantes del grupo perteneciente al Comité Permanente de Seguimiento Departamental de Personas Privadas de la Libertad, libraron un oficio entonces a la Estación de Policía de Morón a efectos de que se gestione ante el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) “lo antes posible” cupos para el traslado de detenidos a sus lugares de estadía definitiva, dado que muchos de ellos ya cuentan con prisiones preventivas dictadas.
La comisaría en cuestión cuenta con tres calabozos, que están separados uno del otro y todos con comunicación al pasillo común de la dependencia. Cada una de las celdas cuenta con puertas de rejas y ventanas o tragaluz con barrotes para su seguridad que permiten el ingreso de aire y luz, además de baños con letrina, calefón eléctrico y camas cuchetas. “La limpieza la mantienen los propios internos con los productos que les provee la Comisaría y sus familiares”, precisaron fuentes judiciales consultadas por Primer Plano Online.
En cuanto a la alimentación de los detenidos se basa principalmente en lo que acerca el entorno familiar de cada privado de su libertad y de raciones provistas por el servicio de catering contratado por la Estación de Policía Departamental de acuerdo al número de alojados. Además, los jueces y la fiscal no recibieron denuncias de malos tratos de parte del personal policial y seis de ellos solicitaron atención odontológica mientras un séptimo pidió asistencia médica por problemas de presión arterial.
La situación de la comisaría 1ª de Morón, de donde se fugó el miércoles pasado Julio Alexander Oyarse Raio (32), de nacionalidad chilena, quien había sido detenido el 22 de marzo pasado en Castelar norte en medio de una feroz persecución que terminó con choque incluido, no hace más que exponer la necesidad de avanzar en la política pública que descomprima las dependencias policiales que son sólo para detención provisoria y terminan convirtiéndose en centros de alojamiento casi permanente de privados de su libertad.
Por la fuga de un peligroso detenido desplazan a la cúpula de la comisaría 1ª de Morón