Industriales y sindicatos metalúrgicos se reunieron ayer para dar un mensaje de unidad frente a la posible sanción de la Ley Bases en el Senado de la Nación. Aseguran que “la industria argentina se encuentra en riesgo”, y consignaron que son 300 mil los puestos de trabajo en peligro si se establece el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), que habilita la sustitución de maquinaria de fabricación nacional por importada.
En ese contexto, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) seccional Morón, Rubén Andrada, explicó en el programa periodístico Primer Plano cómo está afectando la baja en la actividad a las empresas siderúrgicas de la regional, que también abarca a los distritos Ituzaingó, Hurlingham, Merlo, Moreno y Marcos Paz.
“Bajó la producción en la totalidad de los establecimientos de la jurisdicción nuestra y ahora con el aumento de las tarifas, muchísimo peor. Hay pymes que estaban pagando un millón de pesos de luz y ahora les llegó una factura de seis millones de pesos. Y con una producción en baja, en caída”, contestó el dirigente sindical ante la consulta de Adrián Noriega.
El gremio metalúrgico ya contabilizó ocho mil despidos a nivel nacional en el primer cuatrimestre del año. “En la región tenemos unos cuarenta más o menos”, entre cesantías y suspensiones, que puede ser el paso previo a que un trabajador sea echado. “Está pegando en las pymes y en las grandes empresas también”, reveló Andrada.
Y dos casos testigo, que son inversamente proporcionales. Una fábrica de sillas de Hurlingham que hace algunos meses “no le vende nada a nadie” y otra como Cíntolo, en Ituzaingó, que se dedica a caños y costuras de codos para la industria petrolera que no sólo ha crecido en su producción, sino que está tomando gente.
Sin embargo, ese proceso de reactivación puede verse frenado si es que avanza el RIGI en el Congreso. Ese mecanismo, que otorga beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios, desde el sector aseguran que “pone en desventaja a la industria nacional” y “produce un retraso en términos de desarrollo”.
El proyecto en sí no especifica estándares tecnológicos sobre los productos ingresados, de modo que puede tratarse de instrumental obsoleto, que no permita siquiera una transferencia de mejor tecnología al entramado local.
¿Por qué con esta amenaza de perder el empleo y una situación económica que no reputa sigue habiendo esperanza en torno a la figura y al proyecto de Javier Milei? Para Andrada, muchos trabajadores que votaron por la propuesta libertaria en los últimos días empezaron a sentir el impacto en sus hogares y ya el humor no es el mismo.
“Hace un mes atrás había esperanza y acompañamiento, pero en los últimos días en las fábricas se ve otra realidad. Hay despidos, hay baja en la producción y empezaron a llegar las boletas de servicios: compañeros que pagaban 17 mil pesos de luz recibieron facturas de 80 mil, con un salario de 500 mil pesos”, cerró el dirigente sindical.