Leonardo no quiere que su foto aparezca publicada por pánico. Cree que lo están siguiendo para matarlo, igual que hicieron con su esposa. Y acusa a la familia Ovejero, integrantes de una agrupación piquetera con vínculos políticos, de ser los autores del crimen de su esposa, Irma Vera, el pasado viernes por la noche en la localidad de Mariano Acosta, en Merlo.
El hombre narró telefónicamente a Primer Plano Online el padecimiento que vive desde aquella trágica jornada en la que su mujer fue asesinada de un balazo en el abdomen. Además, en la charla aclaró que la historia no fue como trascendió en estos días: su hembra Pitbull no mató a ninguna mascota del barrio, sino que se escapó en un descuido y se trenzó con uno de los perros de los Ovejero, aunque rápidamente fueron separados.
Ese incidente ocurrió hace un mes y el viernes uno de los integrantes de esa familia se lo cruzó y fue a buscar una suerte de revancha por lo ocurrido. “Volví de pescar, mi señora me abrió la puerta sin darse cuenta que la perra estaba suelta, corrió y agarró a uno de los animales de los Ovejero, que tienen varios en la calle y muerden a gente del barrio. Yo lo alcancé a sacar, no llegó ni a lastimarlo. Hablé con ‘Beto’ (hoy prófugo por el asesinato de Irma), le pedí disculpas y había quedado todo bien”, narró el viudo.
“Cuando estaba soltando a la perra viene y le pega una piña fuerte, pero no más que eso. Al otro día fue a mi casa con la mano enyesada y me acusó de que se quebró la mano por culpa de sacar a la perra. ‘¿Cuánta plata me vas a dar por la fractura?’, me dijo. Ahí sacó una escopeta, me amenazó y gritó a sus hermanos que traigan los fierros. Dejé toda mi casa abierta y me fui a hacer la denuncia. Estuve ocho horas para que me tomen la denuncia que fue a parar a la Fiscalía Nº 2 de Morón, que no hizo nada”, lamentó.
Leonardo contó que los Ovejero pertenecen a la agrupación política 29 de Mayo, un grupo piquetero de izquierda. “Se entrenan en la esquina de casa con palos para enfrentar a la Policía. Son un grupo de izquierda relacionado con la intendencia de Moreno. Cuando yo estaba haciendo la denuncia el sábado en la comisaría de Mariano Acosta, un móvil de violencia de género de la Municipalidad de Moreno fue a buscar a Marcela Ovejero, una de las detenidas, y se la llevó”, narró.
Y agregó: “son una manga de drogadictos, borrachos y con poder con ganas de destruir una familia. Lo que pasó el viernes es que bajé del colectivo, porque había ido a comprar unas cartas para mi nene, y me estaba esperando Juan Alberto Ovejero en una esquina. Ahí me empieza a insultar y yo le dije que haga la suya, que la termine. Me siguió una cuadra y media, me puso un cuchillo en el cuello y me dijo ‘ves que si quiero te mato’. En la esquina de casa les gritó a los hermanos que traigan los fierros y en pocos segundos tenía 20 personas en mi casa”.
En ese momento Leonardo le dijo a su concubina que se suba al auto para irse y ahí es cuando la madre de los Ovejero agarró del pelo a Irma, la sacó a la calle y entre cuatro mujeres empezaron a pegarle, siempre según su descripción de los hechos. Cuando logró separarla, Luisa (la madre de los acusados) gritó ‘matalo’, y ahí tres de sus hijos efectuaron disparos. Todavía no está clara la cantidad de balazos, pero un proyectil impactó en el abdomen de Irma. Su marido la llevó de urgencia al hospital Mariano y Luciano de la Vega, de Moreno, pero ella llegó fallecida.
“Nos tendieron una emboscada y la mataron como a un perro”, enfatizó el viudo ya en un llanto que no podía controlar. Como consecuencia de la violencia feroz hay uno de los Ovejero que está detenido y dos prófugos. Ayer se realizaron seis allanamientos en la cuadra en la que viven, Emilio Frers esquina avenida de la Rivera, pero todos dieron resultados negativos: desaparecieron del barrio. Leonardo también dejó su casa junto a su pequeño hijo: “ya perdimos a los abuelos, ahora a mamá. Por favor que no te pase nada a vos”, le dijo el nene ayer, también desgarrado por el dolor de ya no tener a su madre.
Irma tenía 52 años y era ama de casa. Leonardo tiene 37 y trabaja en la construcción. “Quiero justicia. Esto no fue una pelea vecinal, fue un ataque artero y premeditado”, afirmó el hombre en conversación con este medio. “Pero ahora pido que me protejan, porque estoy amenazado de muerte y no puedo volver a mi casa”, completó. El caso es investigado por la Fiscalía Nº 5 de Morón, a cargo de la fiscal Marisa Monti y su colega Claudio Oviedo.