El diputado nacional por la provincia de Buenos Aires Fabio Quetglas inauguró el ciclo de charlas sobre políticas públicas en la sede del comité partidario de la Unión Cívica Radical (UCR) de Morón. El legislador propuso “pensar en términos de profesionalización” al sector público para terminar con “prácticas depredatorias de los recursos del Estado”.
El también abogado, especialista en Desarrollo Territorial y máster en Gestión de Ciudades (Barcelona-Bologna) fue recibido por el anfitrión, Rolando Moretto, titular del radicalismo en el distrito. También asistieron Hilda Rodríguez Ayoroa, vicepresidenta del comité moronense, y Martín Dolhagaray, titular del Instituto de Políticas Públicas de la UCR Morón.
Quetglas disertó sobre un tema que desde el arribo de Javier Milei a la Presidencia de la Nación parece mala palabra para buena parte de la ciudadanía: el rol del Estado y las políticas públicas.

“Lo que pasó en Argentina es un manto de sospecha sobre cómo intervenimos como Estado. Antes el Gobierno intervenía para solucionar un problema, tapar un bache o arreglar un semáforo, pero hoy la gente tiene la sensación que el Estado puede solucionar un problema o empeorarlo. Y no es una percepción capciosa, porque en los últimos tiempos el Estado ha tenido muchas intervenciones fallidas”, detalló en su exposición.
Disciplina fiscal de un Estado que opera como nivelador social
El legislador nacional también ponderó cuestiones como la disciplina fiscal, de la que se consideró como “un defensor”, aunque también enfatizó que “no existe sociedad en el mundo sin bienes públicos”. Y destacó: “en sociedades como la Argentina lo público opera como un nivelador social. Por eso hay que pensar con qué calidad profesional se debe gestionar”.
A modo de reflexión, Quetglas también evaluó que la gente “se hartó de que la política abuse del uso del instrumento estatal para construir y legitimar” su accionar. “El ciudadano se dio cuenta que a la larga eso trae consecuencias negativas, como estrés financiero de los recursos públicos, el aumento de impuestos y demás”.
De todos modos, recalcó que en la vida cotidiana la gente nota que “necesita de la infraestructura pública como la escuela, un hospital que atienda con eficiencia, y eso va a determinar un debate ya no para definir si lo público debe ser dinamitado o no, sino para determinar cómo aquello que consideramos que debe ser público tiene que ser explotado”, concluyó.