Otro docente de un jardín de infantes que fue denunciado, separado del cargo y no pudo todavía volver a trabajar recibió en las últimas horas un guiño de la justicia: por no haber elementos para continuar con la investigación, el caso pasó al archivo. Si se trató de una falsa denuncia o errónea es algo que ahora será motivo de otro capítulo.
“No existe en la presente investigación prueba suficiente sobre la existencia del hecho tal como fuera denunciado”, determinó el fiscal Claudio Oviedo, de la Fiscalía Nº 5 del Departamento Judicial Morón, por lo que decidió “proceder al archivo de las actuaciones hasta tanto se incorporen nuevos elementos que permitan continuar fuera denunciado”.
El docente denunciado fue un profesor de música del jardín Nº 910 ubicado en las calles Azara, entre Maestros de Merlo y Ramsay de la localidad de Parque San Martín, en Merlo. La presentación judicial fue realizada por la madre de una menor de 4 años que asistía al establecimiento luego de ver en el legajo de su hija un dibujo de la nena con un hombre cuya zona genital era notoria. A esa persona la chiquita la identificó como ‘el profe’ y su nombre, que no será publicado para preservar su identidad.
Cuando la mamá y su hermana indagaron a la pequeña sobre por qué le había salido mal esa parte del dibujo, la menor -presunta víctima de abuso sexual- se negó a responder, y luego contó a su tía “no te quiero decir porque mamá me va a retar”. Ante la insistencia de su familiar la menor reveló, siempre según la declaración de ambas adultas, que el maestro “me hace comer hojas fuerte (sic)”, y “me toca la pochi (vagina) y la cola”.
Pese a que en el jardín la directora le informó que en ningún momento de las clases de música niños y niñas se quedaban solos con el profesor y que tampoco en esos momentos salen al patio, donde hay árboles (por las hojas), la mamá insistió con su denuncia. La respuesta de las autoridades es que iban a excluir del cargo al profesor.
La causa se inició en diciembre de 2022 y, casi un año después, las actuaciones pasan al archivo. Es que para todos los peritos que intervinieron en el trámite “se trata de una niña que de su examen externo no presenta lesión de origen y mecanismo traumático”, es decir, no hay indicios de abuso sexual.
Sí, por el contrario, su mamá y su tía: según el perito de parte Antonino Demaio, ambas “vienen padeciendo y observando históricamente situaciones de abuso, que no realizaron tratamiento en salud mental al respecto, generando personalidades hipervigilantes en torno a lo sexual”. Léase, las dos adultas referentes padecieron “traumas sexuales que no han sido elaborados adecuadamente”.
En diálogo con Primer Plano Online, el abogado Sebastián Chouela, quien defendió al docente denunciado, consideró que la causa se inició por una denuncia “falsa o errónea” y “luego de un año de investigación, se ha demostrado la inocencia de mi asistido”.
“Nuevamente han estigmatizado y dañado a un docente inocente a todo nivel (económico, anímico, psicológico y demás) y a su entorno familiar con absoluta liviandad. Estoy convencido que esta resolución será irreversible”, completó. De todos modos, pese a que se archivó la causa, recién en tres años el acusado podrá solicitar su sobreseimiento definitivo.