La Justicia de Familia de Morón dictó una restricción perimetral de acercamiento a un radio de 300 metros de distancia que alcanza al contacto físico, telefónico, redes sociales o correo electrónico para un sujeto que destrozó la vivienda en la que convivió con su exesposa y a la que amenazó con matar.
La decisión judicial llegó luego de los actos violentos que el imputado protagonizó el martes por la noche en un domicilio de la calle Tres de Febrero al 1.400, en Villa Sarmiento, ante la presencia de sus hijos mayores de edad. Su exmujer no estaba en el lugar y cuando llegó se encontró con el faltante de sus pertenencias y de muebles y electrodomésticos, además de puertas rotas y demás daños en la propiedad.
El fallo del Juzgado de Familia Nº 7 impuso una medida de “cese de actos de perturbación” y la respectiva perimetral en contra de Sergio Ramón Ferreyra, alias ‘Moncho’, el acusado de los actos de violencia en la mencionada finca. En conversación con Primer Plano Online, su expareja reveló que “me estuvo esperando por horas y rompió todo: puerta del garaje, de la cocina, portones laterales del pasillo”.
Según contó G. en la entrevista con este medio, ella llegó de un viaje que había hecho por la provincia de Misiones y fueron sus hijos quienes le advirtieron que no vaya a la vivienda porque estaba el hombre en pleno ataque de ira. “Supuestamente quiere que yo le devuelva el auto, cosa que no voy a hacer. Por eso actuó como actuó. Sólo pido que alguien tome cartas en el asunto puede matarme tranquilamente”, se sinceró.
Con Sergio Ramón Ferreyra (48), G. estuvo casada 30 años. La casa matrimonial de ambos está ubicada en González Catán, pero se habían mudado a Morón. Es a esa casa de La Matanza a donde supuestamente se llevó las cosas que retiró del domicilio, pero ayer la mujer se presentó con la Policía a intentar recuperarlas con el oficio judicial y no encontró nada. “Escondió todas mis cosas y se reía, decía que no se había llevado nada”, indicó la víctima.
En el fallo, la justicia envió al centro ‘Vivir sin violencia’, del Municipio de Morón, un pedido de intervención frente al caso y que “active mecanismos y dispositivos de seguridad y brinde acompañamiento terapéutico, asistencial y económico en caso de que la víctima lo necesite”. Por ejemplo, el botón antipánico, que le será entregado en las próximas horas.
G. también reflexionó sobre el rol de la Policía ante situaciones así. “Debería ser más expeditiva cuando hay una mujer en riesgo. Mientras él estaba rompiendo todo discutían entre ellos si tenían que frenarlo o no porque también era la casa de él. Hasta que una oficial saltó y dijo que sí servía la denuncia que yo había hecho, aunque ya era tarde”, lamentó.
