Carolina es la mamá de Luna y por estas horas se encuentra atrapada en una mezcla de impotencia, angustia y desesperación. Es por eso que tomó la decisión de hacer público lo que le está pasando, a ver si la trascendencia ayuda a una pronta resolución.
El año pasado, luego de una situación traumática que atravesó la familia, la adolescente de 16 años sufrió una convulsión en su casa. Nunca antes le había pasado algo similar: al nacer tuvo amneas respiratorias por prematurez y hasta los diez años sufrió asma bronquial, algo que suele ocurrir en menores de esa edad. De hecho, los médicos no observaron secuelas.
Por ese episodio repentino fue llevada de urgencia al hospital de Morón, desde donde la derivaron al Posadas para la realización de un estudio toxicológico. Es que la sospecha inicial fue que pudo haber consumido alguna pastilla que le provocó el cuadro. Lógico, los resultados dieron otra cosa.
Ese fue el comienzo del calvario para la familia de Luna. Es que las tomografías arrojaron que la adolescente padece lo que se conoce como MAV, que no es otra cosa que una mal formación de las arterias endovenosas cerebrales. Y el riego de padecer un ACV en cualquier momento si no realiza un tratamiento de rigor.
Más allá del diagnóstico por las trabas que comenzó a imponer la Obra Social de Empleados de la Marina Mercante. Primero con los turnos para asistir a una clínica privada, algo subsanado por la mamá de la paciente, que insistió en solicitar atención en el Posadas. Después, para las autorizaciones de cada uno de los complejos estudios que debe enfrentar.
“Como no era médica de cartilla nos dijeron que no los iban a autorizar. Esa fue la respuesta que recibimos. Hicimos laboratorio, resonancia y una polisomnografía, todo de manera particular y así conseguimos llegar al diagnóstico”, le contó Carolina a Primer Plano Online. Después del hallazgo insistió con los pedidos a su cobertura, y siguieron las trabas.
“Volvimos a mandar el pedido para que nos autoricen una angiografía cerebral, que es un cateterismo, la medicación que debe tomar y un turno urgente para neurocirugía para la realización de esa operación, pero su respuesta fue que los medicamentos no están en el Programa Médico Obligatorio y por eso ni siquiera nos hacen un descuento”, completó la mamá.
En cuanto al profesional lo derivaron con uno que arribó a la misma conclusión a la que llegó el médico tratante del hospital Posadas, así que el camino es el único a seguir para enfrentar la patología. Sin embargo, todas son evasivas y obstáculos de parte de la cobertura. Carolina sacó el turno de todos modos y tiene fecha para el cateterismo de su hija: será el 13 de abril venidero en el nosocomio de Morón.
“Sabemos del riesgo de que mi nena en medio del estudio pueda sufrir un ACV hemorrágico, tanto el día en que se lo hacen como en los tres siguientes, pero necesitamos hacerlo por su calidad de vida. Y es indispensable que la obra social nos de las respuestas que esperamos como familia, no sólo por la vida de mi hija sino por todas las personas a las que dejan a la deriva”, finalizó la mamá, que no descarta encadenarse a la obra social para exigir respuestas y hasta apelar a un amparo judicial para tener la autorización.