Una cinematográfica persecución policial terminó con dos delincuentes detenidos y un efectivo vivo de milagro: una bala le impactó en el casco y se salvó por centímetros. El sangriento episodio, en el cual se dispararon más de 20 balazos, arrancó en Morón y concluyó en La Matanza.
Según la reconstrucción del hecho realizada por Primer Plano Online con fuentes policiales, todo comenzó cuando un móvil del Comando de Patrullas de Morón que realizaba tareas de recorrida preventiva intentó identificar a los ocupantes de una camioneta. La respuesta que recibieron los policías no dejó dudas: eran balazos de un rodado que se puso en fuga.
En plena persecución se acopló al seguimiento una moto perteneciente a la Policía Federal Argentina (PFA) división motorizada: uno de sus agentes recibió disparos en su casco mientras intentaba evitar que los malvivientes escapen. Tanto él como su compañero resultaron ilesos, aunque la tensión y la adrenalina todavía les dura.
El seguimiento llegó hasta los monoblocks de Villa Luzuriaga, en la zona conocida como La Candela, sobre la calle Algarrobo, entre Guatemala y Centenera. Allí descartaron la camioneta, que era robada, y uno de sus ocupantes fue detenido: tenía un chaleco antibalas debajo del camperón que portaba.
El otro ladrón se metió en el barrio y robó una moto, también a punta de pistola. Pero al intentar fugarse se tiroteó con otro móvil policial y terminó también detenido. El raid delictivo concluyó con ambos sujetos a disposición de la justicia.