Lunes, miércoles y jueves, familias que habitan el barrio Mitre, de San Miguel, saben que cuentan con merienda y cena para llevar a sus casas. El comedor ‘Nuevos Horizontes Barriales’, ubicado en la calle San José 4626, prepara viandas y sirve tasas de leche caliente para personas en extrema vulnerabilidad.
El lugar es parte de la obra que lleva adelante en todo el país la fundación Papa Francisco. No cuenta con ninguna asistencia ni del Estado local, ni del provincial y mucho menos del nacional, aunque ahora esperan que esa lógica pueda empezar a cambiar.
Es que el mismo día en el que Primer Plano Online realizó la visita también acudió la diputada nacional de La Libertad Avanza Lilia Lemoine, una de las mujeres más cercanas al presidente Javier Milei, quien explicó que las recorridas las está realizando personalmente para elevar un informe al Ministerio de Capital Humano para constatar cuáles son los comedores y merenderos que existen y cuáles con “fantasmas”, tal como definió.
Paola, responsable del emprendimiento, describió que la acción solidaria la encabeza desde 2020 en su propia casa y que arrancó tras la constitución de una ONG que estaba orientada a realizar una cancha de fútbol para chicos y chicas del barrio. En el medio pasaron cosas: la pandemia y las necesidades crecientes derivaron en que el plan vire hacia un comedor y merendero.
“Hace cuatro años que la luchamos día a día con pocos recursos: a nosotros nos colabora la gente de la empresa Orali con ravioles, pastas, tapas para empanadas: vinieron a conocer el lugar y se quedaron encantados”, señaló la responsable de Nuevos Horizontes, que también cuenta con la colaboración de particulares y de otros comedores de la zona.
290 pibes y pibas, 120 papás y mamás y abuelos y abuelas asisten a buscar sus raciones alimentarias los tres días de la semana en que los preparan. Más no pueden: desde la Municipalidad los anotaron en una lista de espera y en nada los ayudaron. El comedor sí recibe ayuda de la fundación Papa Francisco, cuya presidenta, Liliana Sanucci, participó de la raviolada.
“Esto es para familias donde el Estado está ausente. Esperamos que las autoridades den un giro de 180 grados. Confío en que podrán hacerlo”, reflexionó en diálogo con este medio. Hace algunas semanas ella misma encabezó una singular protesta con 500 vueltas alrededor del obelisco en silencio, con una plegaria al cielo “para que Dios toque estos corazones endurecidos” de quienes tienen que hacer llegar alimentos a los barrios donde la gente pasa hambre.
“VENGO A DAR LA CARA”
La diputada Lemoine conversó con hombres y mujeres reales, que existen y que no son invento de una planilla de papel que nadie controla. “Vengo a dar la cara, explicarles a los vecinos lo que estamos haciendo y a conocer cómo trabajan en el comedor”, le contó a Primer Plano Online.
“Nuestro compromiso es que reciban la asistencia directamente, sin intermediarios sin los gerentes de la pobreza. Seguiré recorriendo merenderos y comedores de todo el país. La gente no puede esperar más: necesita que la máquina de impedir y la corrupción no impida que llegue la comida”, agregó como expresión de deseo de los próximos pasos que debe dar el Gobierno nacional en materia social.
No fue casual el lugar elegido: más allá de ser uno de los comedores asistidos por la fundación del sumo pontífice, funciona en San Miguel, el distrito tierra fuerte de los hermanos De la Torre, el senador Joaquín (exintendente) y Pablo, el exfuncionario nacional echado en medio de un escándalo de corrupción.
“Acá tiene que llegar la comida. Los diputados del distrito, ¿dónde están que nadie les conoce la cara?”, se preguntó Lemoine para cerrar. Luego hizo un posteo en sus redes sociales para convocar a quienes quieran asistir con ayuda directa al comedor y a la obra del Papa Francisco.