Fue una marcha “de silencio y repudio”, como la calificaron. Dieron 500 vueltas alrededor del obelisco porteño en contra de la retención, por parte del Ministerio de Capital Humano, de cinco millones de kilos de alimentos que permanecen en depósitos del organismo nacional y que la administración de Javier Milei se niega a entregar.
La encabezó Liliana Sanucci, presidenta de la fundación Papa Francisco, quien en conversación con Primer Plano Online explicó los motivos de la novedosa manifestación. “El panorama es muy complicado. No hay movimientos positivos de parte del Gobierno y nosotros seguimos haciendo reclamos con nuestro estilo, a la espera de que recapaciten, con la idea de poder retirar los alimentos cuanto antes y entregarlos a la gente”, expresó.

En el día a día, para poder continuar la obra que la fundación lleva adelante, se están organizando ollas populares y, si reciben donaciones privadas, entregan las bolsas con alimentos para que las familias preparen en sus casas. Pero el drama social es tal que Sanucci lo graficó así: “pusimos en prioridad abuelas y abuelos en este momento, que son quienes están a mate cocido y pan. Parece que estuviéramos hablando de una situación de guerra”.
“Esto va a quedar como una página negra en la historia de un Gobierno que retuvo los alimentos cuando la gente se moría de hambre. No le encuentro una explicación racional”, se sinceró Sanucci. Por eso optaron por esa forma de protesta, como una suerte de plegaria “para que Dios toque estos corazones endurecidos”.
Hace dos semanas, la titular de la fundación visitó el Vaticano y mantuvo un encuentro con el Sumo Pontífice. “Como frase final de ese encuentro me dijo ‘a no aflojar’. Y ese es el mantra que usamos cuando alguien amaga con bajar los brazos: tenemos que seguir adelante”, subrayó.

Y cruzó los argumentos usados por el Gobierno nacional para justificar el no reparto de los productos alimenticios, que asegura que mantiene una reserva para situaciones de emergencia y por eso no los distribuye. “Ya hay una catástrofe, no hay que esperarla. El 14 de diciembre ya habíamos dado el alerta. Están buscando excusas infantiles para salir del embrollo en el que se metieron”, consignó Sanucci.
La dirigente social también cuestionó por igual la falta de acción del Ministerio de Capital Humano frente al hambre como las irregularidades, en algunos casos delictivas, cometidas por intermediarios que están dando explicaciones en la justicia por quedarse con la comida de los más vulnerables.
“Desde los dos lados del mostrador se están cometiendo delitos. Ahora, en el caso de un funcionario que tiene la comida que no compró de su bolsillo sino con fondos públicos, eso es una malversación. Es muy repudiable. Y también lo soy con quienes hicieron tropelías detrás de una organización social, pero esto supera cualquier límite”, sentenció Sanucci.
“Estamos frente a un contexto en el que hay abuelas y abuelos tomando mate y secando la yerba al sol. Mientras eso pasa, empresas de logística nos ofrecieron colaborar con la distribución, o sea que se trata de una decisión política repartir los alimentos. Acá estamos y siempre dispuestos a colaborar”, indicó la titular de la fundación.
Y cerró: “la ministra Pettovello es la responsable de no querer entregar los alimentos. Tener un cargo público genera alegría, satisfacción y dinero, pero también implica hacerse cargo, por acción o por omisión, de lo que se hace. Y acá es por acción”.
