Un caso que estremeció a la opinión pública vuelve a poner en foco a la salud mental. Es que el joven que el martes pasado de madrugada mató a su madre a puñaladas en Hurlingham fue declarado inimputable por una médica psiquiatra que lo evaluó, que recomendó su internación urgente en un establecimiento para el abordaje de su patología.
Según pudo saber Primer Plano Online con fuentes de la investigación, el caso fue analizado por una especialista del Cuerpo Médico del Departamento Judicial Morón. El resultado que arrojó fue contundente: L.N.B. (27) es “demente en sentido jurídico” y “peligroso para sí y para terceros”.
Expresado de otra manera: no logró comprender la criminalidad del acto que cometió al apuñalar a su madre Fabiana Stella Maris Torres (56), con quien vivía. Además, de ese ataque alcanzó a escapar su tía, que vive en el mismo complejo habitacional, sobre la calle El Ñandú al 4900, esquina Juramento, de Villa Tesei. Tampoco razonó lo que hizo luego al arrojarse al vacío desde un primer piso.
En paralelo a este resultado, este medio supo que la mujer asesinada había presentado dos pedidos a lo largo de este año de internación para su hijo, que tramitaron en el Juzgado de Familia N° 2 de Morón. “No fueron denuncias penales sino pedidos para que sea compulsiva la internación”, detallaron los voceros. El joven era paciente del hospital San Bernardino, donde permanece ahora internado y con custodia a raíz de las heridas que padeció al caer al vacío.
El recorrido judicial que sigue el caso
La fiscal Adriana Suárez Corripio, a cargo de la Fiscalía N° 8 de Morón, solicitó la detención de L.N.B. en orden al delito de homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido contra una mujer mediando violencia de género. El tema es que, al tener el resultado de la pericia psiquiátrica, el enfoque jurídico cambia de inmediato.
Lo que sigue ahora es lo que se conoce como medida de seguridad con encierro, que es lo que ya dispuso el juez Roberto Maximiliano Carletti, a cargo del Juzgado de Garantías N° 4 de Morón. Para que se cumpla solicitó al Servicio Penitenciario Bonaerense un cupo en el instituto Melchor Romero, que es a donde fue trasladado ayer.
Después llegarán más pericias y evaluaciones para determinar cómo sigue la causa. Pero, por lo pronto, necesita “un lugar donde puedan compensarlo y asistirlo para evitar que siga haciendo daño”. Más allá del drama familiar, para la justicia el hecho está esclarecido y se sabe quién fue el autor. Incluso las dos armas blancas usadas fueron secuestradas. Y la salud mental cada vez irrumpe con mayor violencia.









