El nuevo Hospitalito de Brandsen, en Ituzaingó, ya está en marcha. A partir de las divergencias entre las autoridades de PAMI que administran el Hospital del Bicentenario y el Municipio, el intendente, Pablo Descalzo, tomó la decisión de priorizar la salud de la población y retomar un establecimiento que había quedado en desuso.
Según detalló el jefe comunal en una entrevista con Adrián Noriega y Norman Díaz en la emisión semanal del programa periodístico Primer Plano por canal Somos, de Flow, la obra consistirá en 1000 metros cuadrados a remodelar por completo y otros 500 metros cuadrados a construir de cero. La licitación ya está en marcha y se espera que pueda ser adjudicada antes de fin de año para que los trabajo arranquen con el comienzo de 2026.
“Le pedí al secretario de Planificación y al de Legal y Técnica de la Municipalidad que se pongan en contacto con la gente del Tribunal de Cuentas para ver si podemos cortar los plazos que impone la administración pública. Nosotros entendemos que estamos en una emergencia sanitaria”, describió Descalzo. “Yo tengo que garantizar la atención para la ciudadanía de Ituzaingó”, agregó.
Una decisión política del Gobierno Municipal
La determinación política que tomó el Gobierno comunal es avanzar con una institución intermedia del sistema sanitario que permita dar respuestas a la comunidad frente a la negativa de las autoridades del Hospital del Bicentenario de asistir a vecinos y vecinos que no sean beneficiarios de PAMI. Al no haber canales de diálogo tampoco, Ituzaingó sólo cuenta con unidades de atención primaria, que obviamente no están preparadas para asistir emergencias.
Así, la obra en marcha contará con:
-Atención médica ambulatoria;
-Atención en guardia las 24 horas;
-Laboratorio de análisis clínicos;
-Diagnóstico por imágenes;
-Consultorios médicos para adultos y Pediatría;
-Sala de Observación para adultos y niños.
“Lo que el Hospitalito viene a hacer es atender las urgencias, para recibir pacientes que corren riesgo de vida, estabilizarlos y derivarlos a algún otro efector de salud de la región”, detalló Martín Rossi, secretario de Planificación, Desarrollo Urbano y Ambiente del Municipio y uno de los ideólogos del proyecto.
El funcionario indicó también que el plazo de obra está previsto para entre 10 y 12 meses, aunque todo dependerá del clima. Según precisó, el plan diseñado es para que cuente con la misma estética e identidad que el resto de los edificios públicos construidos por la actual gestión local: un frente integral de vidrio y aluminio, color marrón ocre y porcelanato en los accesos.
Inversión con fondos municipales
El intendente Descalzo, asimismo, subrayó que el nuevo centro de salud contará con un espacio para Discapacidad que permita incluso ampliar la oferta de servicios con los que cuenta el Gobierno local. La inversión que se llevará a cabo es íntegramente financiada con fondos municipales para la infraestructura, aunque luego vendrá la etapa de incorporar equipamiento y contratar al personal capacitado para la atención al público en las diversas áreas.
“Es un contexto difícil, donde la recaudación se ha caído porque también cayó el consumo. Pero no podemos dejar de poner manos a la obra en una necesidad tan básica de como lo es la salud, porque si no yo no podría criticar al Gobierno nacional cuando no invierte con los jubilados, en discapacidad y en hospitales como el Garrahan”, completó Descalzo.
