Una nueva y ruidosa manifestación de padres, madres, demás familiares y estudiantes del colegio Chacabuco de Morón se hizo sentir en la tarde de ayer en las puertas del establecimiento.
Todo ocurrió ante la llamativa ausencia de autoridades de la escuela (que en rigor todavía no fueron nombradas), del Consejo Escolar, del área de Inspección de la Dirección General de Cultura y Educación y hasta políticas, como para intentar dar respuestas a una comunidad educativa que está en ebullición.
La manifestación comenzó cerca de las 17.30, en coincidencia con el horario de salida del turno tarde. Primer Plano Online estuvo presente acompañando el reclamo y se encontró con una serie de testimonios que ilustran lo que pasa dentro de una de las escuelas técnicas más prestigiosas de la región oeste. La única presencia estatal que hubo: un patrullero que se acercó al lugar para desviar el tránsito.
Entre otros testimonios el brindado por Carlos, tío de un chico que fue agredido el jueves por dos compañeros, que lo golpearon con patadas y con fierro lo amenazaron con romperle las piernas a la salida. “Esto pasa por el altanerismo de los mismos chicos, pero lo que más me preocupa es que nadie hace nada. Es más: pedí hablar con alguna autoridad y no hay nadie. ¿Cómo puede estar un colegio abierto sin responsables?”, se preguntó.
Es que luego del desplazamiento de la anterior directora, María Nazar, y del vicedirector, Martín Beláustegui Goita, la autoridad con mayor rango que está al frente del colegio es una secretaria, que ayer no estaba. “Si no hay alguien responsable y que tome decisiones el colegio no puede estar abierto, porque los chicos están a la buena de Dios”, se quejó el familiar del joven atacado.
El hombre dejó una advertencia: si el lunes que viene, 23 de mayo, no lo atiende ninguna autoridad, se va a encadenar los portones de ingreso para que no entre nadie. Lo hará con otros padres y madres a modo de protesta. La crisis institucional que atraviesa la entidad está resumida en las expresiones que este medio publicó en un artículo el jueves pasado, que instaló el tema públicamente.
“En el baño del colegio venden droga, obligan a chicos y chicas a consumir, hay amenazas graves entre compañeros (a uno lo corrieron por una cuadra), robos dentro de las aulas de los más grandes a los más chicos y hasta un alcohol en gel prendido fuego y luego Liquid Paper”, describió una mamá que prefirió mantener su anonimato para no exponer a su hijo.
Otro dato que resulta cuanto menos llamativo y es una suerte de secreto a voces entre la comunidad educativa es que quien comercializa las sustancias es familiar de una funcionaria del Consejo Escolar, por insólito que parezca.
En un breve diálogo que presenció Primer Plano Online entre padres, madres y un profesor, el docente reconoció gran parte de las cuestiones que suceden en el colegio, inclusive la falta de personal para estar al frente de las clases.
