La insólita fiesta en la carrocería de un patrullero municipal en Merlo, que quedó destruido. Ocurrió sobre la calle 25 de Mayo y avenida Calle Real, en pleno centro del distrito, en un momento en que el rodado había sido estacionado por los agentes que lo comandan, que bajaron a realizar un trámite.
Las y los jóvenes que protagonizaron los incidentes incluso pretendieron llevarse una rueda, cosa que finalmente fue impedida por la Policía, que arribó al lugar a modo de refuerzo. Como resultado de la intervención de la fuerza hubo cuatro personas aprehendidas, pero como dos eran menores rápidamente fueron entregadas a sus responsables legales.
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En las imágenes que se viralizaron por redes sociales se observa a adolescentes y gente un poco más grande trepada a los techos, capó y cajuela de la camioneta perteneciente al Programa de Protección Ciudadana (PPC) y que se encontraba estacionada sin nadie en su interior. Con forcejeos y patadas hicieron estallar los vidrios de parabrisas y ventanas.
«Dale, se pudre Merlo… ¡Merlo City! Así estamos en la 25», se escucha decir a un joven que celebró y registró el episodio desde la plaza. En otro video viralizado en las redes sociales, se observa a los jóvenes pasearse por la cuadra con una rueda que le sacaron al rodado, aunque el hurto fue impedido por la Policía.
El secretario de Protección Ciudadana de Merlo, Domingo Lippo, calificó al hecho como “muy grave”. “El móvil estaba prestando servicio de seguridad en el vacunatorio como todos los días cuando a las 5 de la mañana llegó un centenar de jóvenes en estado de alteración, con un comportamiento sumamente agresivo e intentaron agredir al agente municipal”, describió en diálogo con el noticiero Arriba Argentinos, de Canal 13.
El trabajador se refugió en el vacunatorio, solicitó apoyo pero ahí Lippo reveló una particularidad: desde la base operativa convocaron en tres oportunidades al Comando de Patrullas, que en ningún momento envió móviles. “A las 6 de la mañana me comuniqué con el jefe Departamental, que hizo llegar de inmediato tres móviles que pertenecen a la comisaría 1ª de Merlo”, señaló. Esa presencia dispersó a las personas que cometían la revuelta.
El procedimiento duró cerca de una hora, porque según Lippo “no sólo fue el baile sino la actitud agresiva” hacia los policías que intervinieron. De hecho, hubo agentes que debieron esconderse para evitar ser lastimados. Volaron piedras y botellas hasta que todo terminó.