El juez Walter Antonio Venditti debió interrumpir el relato de Ayelén González, la primera en declarar en la nueva audiencia del juicio que se lleva adelante en el Tribunal Criminal Federal Nº 3 de San Martín. Es que una de las tres mujeres implicadas en la zaga del golpe a la sucursal Isidro Casanova del Banco Nación inició su versión de los hechos manifestando su solidaridad con Trinidad, la mamá del cajero asesinado en ese atraco, Germán Chávez Torrez.
“Quiero expresarle a Trinidad mi apoyo como mamá porque soy madre de cinco hijos y no me puedo imaginar lo que está pasando”, manifestó la mujer, una de las tres acusadas de ser parte de la banda delictiva y quien enfrenta cargos por encubrimiento agravado. Para Trinidad, que busca justicia por el crimen de su hijo, fue imposible no estallar en gritos y llantos. No pudo contener su ira y la jornada estuvo interrumpida por unos minutos, hasta que todo se calmó.
Luego del breve cuarto intermedio la imputada declaró. Ella es quien alquilaba una vivienda en Gregorio de Laferrere a donde fue trasladado Norberto Manuel Salinas, alias ‘Luter’, uno de los integrantes de la banda que ingresó a robar al banco, hecho en el que fue asesinado Germán Chávez Torrez. El sujeto recibió un tiro en una pierna disparado por el líder del grupo, ‘Aceituna’ Freijo, con la misma arma con la que asesinaron al trabajador bancario el 31 de enero de 2020.
Son tres las mujeres implicadas en la causa judicial y que aceptaron dar su versión de los hechos en el mismo día. Además de Ayelén González dieron su testimonio Alejandra Francisca Carnevale, quien trasladó a Salinas desde una vivienda en el barrio Villegas hasta el domicilio de Laferrere, y Solange Díaz, quien era por entonces oficial de la Policía de la Ciudad.
Todas enfrentan cargos por los delitos de encubrimiento por favorecimiento personal, agravado por ser el hecho precedente un delito especialmente grave (homicidio y robo agravado) y en el caso de Díaz doblemente agravado por su condición de miembro de una fuerza de seguridad. Las tres hablaron ante el tribunal para desligarse del golpe al banco y contar qué las ligó a la organización. Y enfrentaron un careo dispuesto por las partes.
LA VERSIÓN DE AYELÉN GONZÁLEZ, DE ANDREA CARNEVALE Y DE SOLANGE DÍAZ
“A Salinas lo siento como un familiar y cuando lo vi herido grave no pensé en otra cosa que ayudarlo. No pensé que había cometido un delito”. Ayelén González intentó despegarse del sangriento robo, pero sí reconoció que asistió al ladrón baleado poco después del hecho. Eso sí: aclaró que no sabía que estaba ayudando a un asesino. “No pregunté: me pidieron ayuda y ahí estuve”, señaló.
A ‘Luter’ lo llevaron hasta su casa en Laferrere, en la que tenía pocas cosas porque “me estaba mudando”, precisó. Desde ese domicilio fue llevado a otro en González Catán, en donde fue detenido aún convaleciente de la herida. Fue ella que, al enterarse que el sujeto estaba herido, buscó a una vecina del barrio que tenía una camioneta Fiat Fiorino con la que hacía fletes y traslado de personas para pedirle el favor de hacer ese viaje.
“Me pidió trasladar al tío que estaba lastimado”, señaló Andrea Carnevale, la otra imputada en la causa. Pese a que en un primer momento ella se negó, la insistencia de su vecina hizo que acceda. Llegó hasta el lugar, en el barrio Villegas, estacionó la camioneta marcha atrás y no se bajó porque “un árbol me impedía abrir la puerta”. Notó que en la puerta de la vivienda estaba una pareja esperando, que se subió en la parte trasera del rodado con Salinas. Adelante, junto a ella, viajó Ayelén.
“Escuché que la persona que iba atrás se quejaba de dolor al pasar una loma de burro, por ejemplo. Pero no me fijé quién era”, indicó. El recorrido que hicieron fue por Cristianía, luego tomaron Ruta 21 y de ahí rumbo a Laferrere. Bajaron a la persona herida del rodado en un domicilio y se retiró. “Esa era la casa de Ayelén”, afirmó. Ese traslado y las contradicciones entre lo que declararon en la instrucción y lo que estaban diciendo en el juicio ameritó un careo entre ambas.
Quedó claro en el debate que ambas le dieron soporte logístico a Salinas. Por acción u omisión, las dos tuvieron que ver con el traslado del delincuente herido. La tercera en cuestión, que también declaró en la jornada, fue Solange Díaz, cuya situación es más delicada porque formaba parte, al momento del crimen de Chávez Torrez, de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y estaba en pareja en ese momento con Sergio Nicolás Poggi, otro de los sentados en el banquillo.
Según declaró Carnevale, al ver su rostro confirmó que ella (Solange Díaz) era la mujer que estaba en la puerta de la casa de donde pasó a buscar a Salinas. “Jamás encubrí a nadie. Pido perdón por no haber actuado como tenía que actuar, pero no estaba consciente porque era víctima de violencia por parte de él (en referencia a Poggi). A mí me arruinaron la vida. Yo no tengo nada que ver con esa gente”, enfatizó Díaz entre lágrimas que cortaron varias veces su relato.
El día del hecho se despertó cerca de las 14, se dirigió a la casa de su abuela a buscar a su hijo y se encontró con su primo-hermano Salinas herido. Se fue de allí con su nene y al rato regresó con su novio. “Volvíamos peleando y cuando llegué vi a la camioneta estacionada. A mí me deben confundir con otra persona, porque yo nunca me subí a ningún auto. Es más: no podía ayudar a nadie porque tenía una costilla fracturada, que me había roto Poggi”, se defendió.
La expolicía detalló distintas situaciones de violencia que padeció, como la rotura de sus teléfonos celulares, un tenedor clavado en una pierna y hasta un ataque con un destornillador. “El 31 de enero yo cobraba y él me tenía amenazada con que le dé la plata, cosa que hacía para que me dejara tranquila. Toda esa información está documentada, con mis presentaciones en la fuerza en la que trabajaba y en la comisaría de mi barrio”, concluyó. De hecho, pidió declarar sin la presencia en la sala virtual de Poggi, que fue retirado de la conexión que tenía en el penal de Marcos Paz.
Múltiples contradicciones quedaron en esos testimonios que deberá zanjar la justicia con el veredicto final. Es muy delgada la línea entre las defensas que esgrimieron y haber sido parte activa de la organización delictiva junto al resto de los implicados: ‘Luter’ Salinas y Lucas Fernando Delgado, los dos que entraron a robar el banco junto al fallecido ‘Aceituna’ Freijo y asesinaron a Chávez Torrez, y a Sergio Poggi, que enfrenta cargos por encubrimiento agravado.
MIRÁ LAS CRÓNICAS EXCLUSIVAS DE PRIMER PLANO ONLINE SOBRE EL JUICIO:
-El inicio del debate
-La exhibición del cruento momento en que mataron a Germán
-A Germán lo asesinaron para llevarse 190 mil pesos
-La revelación clave de un policía, padre de uno de los acusados
-El tropiezo que le salvó la vida al policía que se tiroteó con la banda
-Las nuevas revelaciones en el tramo final del juicio