Un fuerte despliegue policial irrumpió esta madrugada en el barrio Carlos Gardel, en Morón, como parte de un allanamiento ordenado por la justicia para seguir el rastro de una banda delictiva a la que le atribuyen por lo menos 9 robos cometidos bajo la modalidad piraña en las localidades de Castelar, El Palomar y Villa Sarmiento durante los meses de septiembre y octubre.
Drones de la Policía bonaerense sobrevolaron la zona relevando información y dirigiendo a los uniformados a los objetivos bajo la supervisión de los fiscales Claudio Oviedo y Marisa Monti, de la UFI Nº 5 de Morón.
El trabajo fue continuación del realizado hace un mes, cuando la geolocalización de un teléfono robado permitió descubrir el búnker donde una persona que fue detenida tenía en su poder varios teléfonos de alta gama.
En aquel procedimiento, cuatro de esos dispositivos recuperados al activarse su sistema de ubicación permitieron dar con sus propietarios, quienes se presentaron de inmediato a la justicia para informar que habían sido víctimas de violentos robos por parte de grupos armados.
Ahora, la pesquisa se centró en otra gran cantidad de hechos denunciados y ameritó el despliegue de más de 300 agentes de la mencionada fuerza y de Gendarmería Nacional. En este caso, fue la geolocalización de un par de auriculares robados los que aportaron datos para determinar su ubicación.
Qué hallaron los investigadores en la vivienda allanada
El domicilio exacto de esos dispositivos inalámbricos fue sobre la calle Posadas al 1500, hasta donde llegaron los investigadores. Con las órdenes de rigor irrumpieron en la vivienda y descubrieron que había “un gran número de licencias de conducir, documentos personales, tarjetas de crédito y de obras sociales pertenecientes a víctimas de distintos hechos”, precisaron los voceros.
Efectivamente, al recopilar la información de lo incautado había elementos que fueron sustraídos en otros ataques similares ocurridos en La Matanza, en Morón y en Tres de Febrero. Además, en la finca encontraron armas y teléfonos celulares. Hay, por el momento, tres aprehendidos: dos acusados por encubrimiento y el restante por tenencia ilegal de arma de fuego, que serán indagados esta tarde.
“Este es uno de los búnkers a donde los delincuentes dejan el fruto de sus robos. Es asombroso ver cómo se confían en que todo termina ahí y no, cada dispositivo sigue emitiendo señales. Por eso es importante y fundamental para el esclarecimiento que las víctimas denuncien”, completó otra fuente con acceso al expediente consultada por Primer Plano Online.
A modo gráfico, la modalidad mediante la cual actuaban los malvivientes, que siempre operan en banda, es muy similar a la instrumentada cuando asesinaron al gendarme Guillermo López el pasado 7 de noviembre: circulan en grupos de cuatro a cinco sujetos, frenan de golpe y dejan sin chance a sus víctimas.