La esquina de Federico Báez y Senguel, en González Catán, fue escenario de un robo protagonizado por el conductor de un Chevrolet Celta, que llegó al comercio con la finalidad de cargar combustible. Luego le pidió al trabajador que lo atendió que le llene también tres bidones, aunque con una particularidad: en vez de abonar puso primera y huyó a toda velocidad.
Marcos, el playero, le contó al noticiero de Telefe que en ningún momento notó un comportamiento extraño del falso cliente, con quien mantuvo un diálogo cordial hasta el momento de la huida. “Me pidió que le llene el tanque con Infinia, luego le pregunté cómo iba a pagar y ahí medio que me confundió, porque primer me dijo que iba a abonar con la aplicación y luego con efectivo”, indicó el estacionero.
Fue en esas circunstancias que el estafador, por denominarlo de algún modo, le comentó al despachante que tenía tres bidones para cargar y también necesitaba el agua destilada. “Mientras le llenaba los bidones él iba guardando las cosas. No es nada extraño a lo que hacen todos los clientes, pero lo distinto es que puso primera y se escapó a toda velocidad”, describió.
Toda la secuencia quedó registrada por las cámaras de seguridad del comercio. Y el playero, atónito, sólo se quedó mirando la escena porque encima casi choca al salir de la YPF. “Menos mal que se fue y que no lastimó a nadie”, fue la reflexión de la víctima, que en ningún momento pensó en seguirlo para no meterse en un problema mayor.
En total el empleado calcula que el ladrón se alzó con un botín de casi 90 mil pesos, porque fueron casi 45 litros los que terminó cargando en el tanque y otros 10 en los dos bidones que se llevó, porque el tercero quedó con Marcos. Ahora, el trabajador tuvo que realizar la denuncia en la comisaría de la zona para que la Policía intente ubicar al autor del hecho, que técnicamente constituye un hurto.
