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jueves, enero 16, 2025
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El triunfo del amor: un año después de ser encontrado en la calle, J. fue dado en adopción a su nueva familia de Morón

La siguiente historia podría tranquilamente resumirse con el título, y el resto ser una página en blanco. Pero el ejercicio periodístico tiene protocolos por cumplir y nunca es bueno dejar de contar aquello que resulta de interés público, sobre todo porque la vida de un menor de edad es la protagonista. Y una familia, o varias, que abren sus corazones para extender el horizonte de su capacidad de amar.

Una decisión tomada por la jueza María Florencia Miceli, del Juzgado de Familia Nº 5 del Departamento Judicial Morón, determinó la adoptabilidad de J., un bebé que acaba de cumplir su primer año de vida y que fue encontrado abandonado en la vía pública por vecinos, que de inmediato se convirtieron en sus primeros ángeles guardianes.

Lloraba cerca de la basura, lo escucharon y rápidamente se contactaron con la Policía. Un móvil se acercó al lugar del hallazgo, una oficial lo cobijó fuerte entre sus brazos y rápidamente lo trasladó al hospital de la jurisdicción, en donde el servicio médico cotejó su estado de salud. Al intervenir dos organismos del Estado también tomó conocimiento de lo ocurrido el Servicio Local del Municipio en donde fue encontrado J.

La criatura fue rápidamente ubicada en un Hogar de Belén, donde una familia sustituta lo tuvo a su cargo durante un año. “Fue fundamental en todo este proceso la familia de guarda, que siempre supo que no se lo iba a quedar y aun así lo cuidó como si fuera propio”, detalló una fuente judicial consultada por Primer Plano Online para la elaboración de este artículo.

La jueza María Florencia Miceli, titular del Juzgado de Familia Nº 5 del Departamento Judicial Morón, junto a parte de su equipo

Mientras era cuidado y el proceso supervisado por el Juzgado, el nene atravesó varias operaciones en este primer año de vida. La última fue la semana pasada, aunque sus problemas físicos no son nada que no se pueda corregir con la ciencia. De hecho, se encuentra “en perfecto estado de salud”, agregó el vocero consultado.

El proceso de búsqueda de postulantes fue muy dificultoso. En el camino hubo familias que rechazaron a J. por su condición de salud. Lejos de juzgar esa conducta se trata de describir los obstáculos que el bebé fue superando para llegar a su nuevo hogar, a donde formalmente se incorporó hoy, luego de que la jueza Miceli decretara el estado de adoptabilidad en agosto de 2022 y se los entregó en mano a papá y a mamá, que hace ocho años esperaban por él. Lo que hoy se entregó fue la guarda con fines de adopción.

La ceremonia, claro está, fue muy movilizante. Ahí estaba al bebé que supo ganarle a todo y su nueva familia, que lo único que esperaba era salir a presentarlo al mundo. Quedan temores latentes, que en el juzgado intentaron despejar: por ejemplo, qué pasa si aparecen sus progenitores biológicos a reclamar por él. “Es entendible que tengan miedo, pero les dejamos en claro que es un niño sin filiación. Y si alguien apareciera reclamando algún tipo de vínculo de inmediato iría preso”, completó la fuente.

J. volvió a nacer en el lugar correcto, donde lo esperan para criarlo como las pautas del amor indican. Porque nadie obligó a su mamá y a su papá a elegirlo: ellos lo hicieron desde sus entrañas, y despojados de cualquier condicionante biológico. Una aclaración necesaria: los lugares exactos en donde apareció el chiquito, sus inconvenientes de salud y la comuna que tomó intervención no será publicado para proteger su identidad.

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