Una tragedia familiar devenida en desprecio absoluto por la vida, y por la muerte. El profundo dolor de una madre que perdió a su hijo, se enteró por casualidad de lo que le había ocurrido y se encontró con el cuerpo del muchacho en estado de putrefacción, pese a haber sido trasladado a la morgue. Una historia espantosa que Primer Plano Online hace pública con el afán de que algo cambie.
Jorge Bucceri murió el pasado martes 9 de febrero cerca de las 23. Viajaba con su moto, una 110 que se había comprado hacía un mes, con la que trabajaba vendiendo artículos de limpieza en el barrio. Iba a la casa de su padre y al pasar por la calle Mario Bravo al 1300, en Merlo, chocó de frente contra un volquete que estaba en la acera. Su vida se apagó al instante por las heridas.
Dos días después del hecho, el padre de Jorge se contactó con ella para preguntarle por su hijo, dado que el martes no había ido a la casa. Al caer en la cuenta de que hacía 48 horas no se sabía nada de él, la hermana del muchacho fue a la comisaría 4ª de Libertad para saber si estaba o había estado detenido por algún motivo.
“Le dijeron a mi hija que primero recorramos los hospitales y luego veamos si correspondía hacer la denuncia”, contó Ángeles. Lo primero que hizo la familia es subir una foto de Jorge a las redes sociales para preguntar si alguien lo había visto. Allí, una mujer fue quien alertó sobre lo sucedido: tenía una foto de Jorge tirado en el suelo y tapado, con su moto al lado.
“Si no se iba lejos no llevaba nunca el documento, así que la Policía no supo quién era”, contó Ángeles a Primer Plano Online. “Pero nos enteramos así, con esa foto, de lo que había pasado con él”, agregó la mamá del muchacho. De inmediato, junto a su hija y a su yerno fueron a la comisaría 1ª de Merlo para intentar hablar con las autoridades y saber qué pasaba con Jorge.
La Policía les indicó qué era lo que tenían que hacer. Primero ir a la Fiscalía, luego contratar una cochería e ir a reconocer el cuerpo a la morgue que está pegada a la Unidad Penal 39 de Ituzaingó. Y ahí, esa mamá desgarrada, se hundió en el peor de los infiernos. “Me entregaron el cuerpo putrefacto, lleno de moscas y gusanos”, se indignó. “¿Cómo pueden ser tan inhumanos?”, se preguntó. “Me sacaron el derecho de despedir a mi hijo, que lo tuve que velar dos horas y a cajón cerrado”, lamentó Ángeles.
El cuerpo le fue entregado a su familia el pasado 12 de febrero. No había sido cuidado con este tipo de casos requiere: en heladeras, conservado para que sus deudos puedan darle sepultura. “Mi dolor más grande como mamá es no haber podido darle un último abrazo”, afirma esa mujer quebrada, que además describe a la morgue como “es un cuarto con techo de chapa, la cual sus ventanas se encuentra rotas y en lugar de vidrios tienen cartón”.

En medio del espanto, una cadena de horrores: una comisaría que no sabe de una persona fallecida, una madre enterándose de la muerte de un hijo a través de una foto en redes sociales y cero, ninguna humanidad ni contención para comunicar semejante desastre. “Sólo quiero que se pongan en mi lugar y que nadie vuelva a pasar por lo mismo”, concluyó Ángeles su charla con Primer Plano Online.
Si bien en sus expresiones reclama que los intendentes de Ituzaingó, Alberto Descalzo, y de Merlo, Gustavo Menéndez, motoricen el cierre de esa dependencia, este medio pudo confirmar con autoridades provinciales que la morgue depende del Ministerio de Seguridad bonaerense.