La noche del 17 de abril de 2021, Damián Ignacio Di Bella (27) se desplazaba a bordo de un VW Gol por la intersección de las calles Belén y Daguerre del barrio Matera, en Merlo, distrito en el que vive. En sentido contrario suyo apareció a bordo de una moto Nicolas Emanuel Jaime, de apodo ‘Manu’, y sin mediar palabras le disparó 6 veces.
La víctima, visiblemente sorprendida y ante lo que pensó inicialmente fue un intento de robo, aceleró para escapar. Circuló tres cuadras más hasta que, en el cruce de Ancón y Federico Lacroze nuevamente lo atacó con el mismo arma que portaba. Disparó once veces más, y una de esas balas atravesó el apoya cabezas del lado del conductor e ingresó en la nuca de Di Bella.
Damián fue salvado en el hospital Eva Perón de Merlo. En ese nosocomio le extrajeron ese proyectil y permaneció en terapia intensiva durante varias semanas hasta su alta médica. En ese momento inició el tratamiento de rehabilitación en el Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Había quedado cuadripléjico: perdió totalmente la movilidad del lado izquierdo de su cuerpo y apenas mueve algo del derecho.
Tras permanecer cuatro días prófugo de la justicia, el atacante se entregó luego de la presión que ejerció la investigación del fiscal Claudio Oviedo, de la Fiscalía Nº 5 de Morón, y la insistente búsqueda policial. “Ya no tengo dónde ir”, dijo ante un investigador en la subcomisaría del barrio Matera cuando se puso a derecho por consejo familiar.
En juicio abreviado, Jaime fue condenado a 9 años de prisión. Aceptó su culpabilidad en el hecho y pactó la pena con el fiscal Patricio Pagani, que luego fue rubricada por el juez Marcos Lisa, del Tribunal Oral Criminal Nº 5 de Morón. Le endilgaron los delitos de homicidio simple agravado por el empleo de arma de fuego en grado de tentativa y portación ilegal de arma de guerra.
La nueva vida de Damián Di Bella: estudia Biología en la UNAHUR
“Para mí es poquito, porque a mí me cambió mucho y él en nueve años, ya dentro de poco, sale”, reflexionó Di Bella en conversación con Primer Plano Online. La charla fue por la plataforma Zoom y en un horario en el que pudiera estar con su mamá Lorena, la gran jefa de esa orquesta que acompaña al muchacho en cada paso que da. Obvio: su respuesta fue en torno a la pregunta sobre si estaba conforme con la pena.
“Yo fui un par de veces al juzgado a averiguar. Me dijeron que iban a hacer un juicio abreviado y yo dije que estaba en desacuerdo. Pero bueno, yo económicamente un abogado no iba a poner, no podía poner. Él (por su hijo) quedó con una secuela que la va a tener de por vida. Es cuadripléjico, tanto externamente como internamente, tiene muchos problemas, motrices, orgánicos, así que sí, a mí me pareció muy poco”, señaló su mamá en relación al atacante.
Y, por primera vez, Damián se animó a contar a qué atribuye aquel ataque criminal que padeció. “Fue por celos”, aseguró. Y blanqueó que fue una mujer, expareja de Jaime. “Eso es lo que ella me decía. Me citó ella con el celular, me fui para allá a buscarla para ir a una joda que teníamos amigos en común, y me lo encontré a él. Pienso que fue una trampa de él con el celular de ella aunque no estoy seguro: capaz que ella tuvo algo que ver”, manifestó.
Para la familia Di Bella igual este 2024 ha sido un año de volver a empezar. Tanto Lorena como Damián están estudiando el Profesorado de Biología en la UNAHUR. Fue una suerte de orden que le dio su mamá: “ya que con tu cuerpo no vas a poder trabajar vas a tener que trabajar con tu cabeza”, le remarcó en una de las charlas que mantuvieron entre tanta rehabilitación. Eso lo motivó a arrancar una carrera que le gusta, aunque la pedagogía no sea su mejor amiga.
Lorena supo cursar durante un año y medio Enfermería en la Universidad Nacional del Oeste, pero abandonó cuando se dio cuenta que no era lo que más le apasionaba. Ahora se volcó a la Biología, y con mucho más entusiasmo cuando su hijo le dijo que sí para acompañarla.
“Estás viendo ahora la vida distinta a la que lo veías hace cuatro años atrás”, le preguntó Primer Plano Online a Damián. “Sí, todo es diferente. Aparte es justo cuando pegas la madurez, viste, o el viejazo, ja”, se sinceró. Por ahora se desplaza en tramos cortos, no más de una cuadra, para movilizar un poco su cuerpo y que no se atrofien los músculos.
Además, va al gimnasio de un amigo y sigue su tratamiento en el IREP, donde recibe dos veces a la semana inyecciones de botox y ahora está por incorporar un elemento ortopédico a su pie para apoyar mejor. Todo costeado por su propia familia para que el muchacho siga dando su testimonio y ejemplo de vida.