Lo había intentado en 2021, pero la nieve se lo impidió y quedó en los 4300 metros de altura sobre el nivel del mar. Dos meses después recibió el diagnóstico: cáncer de mama y sueño postergado, pero no tachado de los objetivos a cumplir.
“Había escalado ya con la enfermedad en mi cuerpo, aunque no lo sabía. Desde ese momento, hacer cumbre en el cerro Vallecitos (Mendoza) fue mi motivación para pensar en curarme, recuperar el cuerpo y volver a intentarlo. Y ahora lo logré”, le contó a Primer Plano Online Silvana Varela, periodista y locutora de una vasta trayectoria en medios de comunicación. Y, principalmente, una de las voces del Estadio del Deportivo Morón y una paciente oncológica recuperada.
Dejó atrás 16 quimioterapias, dos cirugías, 33 sesiones de rayos, 6 meses de quimio oral. Pasó también la insuficiencia cardíaca que le dejó el tratamiento por un pequeño lapso y que le impedía contar con la autorización médica para encarar la aventura. Es que, en 2023, una afección en el corazón la obligó a descender cuando estaba por los 4 mil metros de altura. Antes había compartido el trekking al Valle de las Lágrimas con otras 30 pacientes oncológicas.
“En 2024 el cardiólogo me autorizó y estuve a 100 metros de hacer cumbre en el cerro San Francisco, en Catamarca. Pero Vallecitos se convirtió en mi fuente de inspiración, porque en las quimios, en el quirófano, en la radioterapia, cerraba los ojos e imaginaba que caminaba en ese filo. Soñaba con ese pico tan característico recortado en el horizonte de mi mente”, reflexionó Varela.
Una expedición de 8 días “durísima, con mochilas de más de 20 kilos en la espalda”
Y llegó su chance, que no dejó pasar. Acompañada por los de siempre: su amigo y guía Gonzalo Ucha y por su también amiga personal Denise Bárbara, arquera de la Primera División del hockey del Gimnasia y Esgrima de Ituzaingó (GEI), pusieron el sueño en marcha.
“No es casual que esta cumbre sea de los tres. Cierra ciclos. Cierra mis pendientes y me da fuerzas para creer que sigue siendo posible superar los obstáculos y perseguir los sueños”, agregó Silvana, todavía con la voz tomada y algo de garraspera en la garganta por los cambios de clima.
Y describió la expedición como “durísima, con mochilas de más de 20 kilos en la espalda” que debieron trasladar por 8 días. Recién el viernes pasado lograron retornar al refugio original desde el cual partieron, y en el medio debieron atravesar una “tormenta tremenda” el jueves de madrugada en donde hubo carpas que se volaron.
“Y pude mostrar la camiseta del Deportivo Morón, que era lo que también anhelaba”, completó Silvana luego de atravesar el vértigo, trepar rocas y tocar el cartel en donde consiguió sacarse la foto añorada. “Quizá un día suba montañas más altas. Tal vez, suba montañas más afamadas. Pero ninguna será tan significativa para mí como lo era Vallecitos”, se sinceró.
Silvana Varela sabe que las limitaciones están para ser superadas. “El deporte salva, impone disciplina y ayuda a correr los límites, porque la enfermedad no te limita: lo hace tu cabeza”, expresó en conversación con este medio, y cerró con un mensaje: “no dejen de soñar. No dejen de creer en ustedes. No piensen que haber fracasado antes los define. Siempre hay revancha”.
Ahora quizá se siente frente a la computadora y lo escriba en formato de cuento para regalárselo a quienes tengan ganas de leer la historia contada de otra forma. Siempre con el objetivo de despertar inspiración: la montaña le sirvió a ella como sanadora, pero lo importante “es tratar de transmitir lo valioso de la detección precoz y no bajar los brazos”
