Se suicidó Gabriel Fernando Danielo (39), el oficial inspector de la Policía de la Ciudad con 18 años de antigüedad en la fuerza que se atrincheró durante más de 10 horas en un gimnasio de Moreno tras matar a balazos, en la tarde de ayer, a la actual pareja de su exmujer. El caso mantuvo en vilo al país por la cantidad de tiempo que se extendió.
Fuentes de la investigación informaron a Primer Plano Online que el femicida se disparó en la cabeza con su arma reglamentaria, la misma con la que antes había asesinado a Marcela Fabiana Heredia (46) en la puerta del gym ubicado sobre la calle Centenario, casi esquina Sáenz Peña del barrio Alcorta del mencionado distrito.

Siempre según la descripción policial del caso, el hombre se presentó ayer por la tarde en el lugar y directamente atacó a la víctima fatal a balazos. La mujer falleció en el acto de dos disparos en la cabeza. Voceros de la pesquisa detallaron a este medio que la madre de sus hijos le había hecho a Danielo una denuncia por violencia de género en la madrugada de ayer al agente, con quien tiene dos hijos, y su reacción fue directamente ir a buscarla al comercio en el que trabajaba.
A raíz de esa presentación el Juzgado de Garantías interviniente había articulado con el Servicio Local de Moreno y sacado una medida de restricción de acercamiento, de la cual el asesino no se llegó a notificar. Es más: la exmujer contaba con un botón antipánico que alcanzó a activar en el momento del hecho.
La exesposa del policía nunca fue tomada como rehén
“Cuando llegó se encontró con Heredia en la puerta y le disparó dos balazos en la cabeza tras una fuerte discusión a gritos. Después subió y habló cara a cara con su exesposa, que incluso trató de persuadirlo y quitarle el arma. Nunca estuvo secuestrada ni fue tomada como rehén”, precisaron fuentes de la investigación consultadas por Primer Plano Online.
Entonces comenzó la larga negociación con Danielo, que se extendió por más de 10 horas, de la cual participaron agentes de fuerzas especiales como la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) y del Grupo Halcón, además de negociadores de la Policía bonaerense. En todo momento sus respuestas fueron que ya tenía la decisión tomada de quitarse la vida.

En medio de esas conversaciones intentaron hacer que deponga su actitud con audios enviados por sus padres y de un hermano, en el que le pedían que reflexione y piense en ellos y en sus hijos. Además, su propio abogado estuvo presente y le explicó que podía llegar a cambiar la carátula del caso para obtener una pena menor. “No, esto fue un femicidio y yo no voy a ir preso de por vida”, fueron sus contestaciones.
“La idea era agotarlo psicológicamente para poder irrumpir, pero todo terminó cuando se disparó un balazo en la sien. Fue trasladado al hospital Mariano y Luciano de la Vega, pero a poco de ingresar se decretó su deceso”, completaron las fuentes. Antes de tomar la decisión final alcanzó a escribir de puño y letra una carta en el que desmintió haber querido lastimar a la madre de sus hijos.
El caso es investigado por la fiscal Betiana Guillerón, de la Fiscalía Nº 2 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez, quien estuvo presente en el lugar junto a la secretaria de la UFI, Carla Fernández, supervisando el trabajo policial. En principio, la causa está caratulada como homicidio agravado, resistencia a la autoridad, amenazas y suicidio, aunque al haber fallecido el autor queda de inmediato desactivada: se extingue la acción penal.
