Una cinematográfica persecución policial terminó con la detención de un sujeto que estaba prófugo de la justicia acusado de robar autos, adulterarlos y utilizar algunos de ellos para montar una agencia de remises truchos.
Pablo Fabián Pérez Arona (39) es el protagonista de esta historia, pero no por sus habilidades deportivas sino por su apego al mundo del hampa. Es especialista en parkour, una disciplina que requiere saltar, trepar, correr, rodar, balancearse, caminar en cuatro patas y cualquier otro tipo de movimiento que demande la situación.
Como muestra uno de los videos más vistos en YouTube, es algo similar a una carrera de obstáculos, que se supera en base a la combinación de fuerza, velocidad, agilidad, coordinación, control y creatividad. Es una destreza de alto riesgo, y no para cualquiera. Hay una sumatoria de talentos que son indispensables para su práctica.
¿Qué tiene que ver el parkour con un hecho policial? Pérez Arona tenía un pedido de captura nacional e internacional vigente desde julio de 2021, si bien la pesquisa en su contra se inició en 2019. “Se dedicaba a robar autos, los adulteraba, algunos los comercializaba en la zona, otros los desguazaba para pasarlos por los seguros y con otro tanto montó una agencia de traslado de personas clandestina”, precisó un investigador consultado por Primer Plano Online.
Abocados al caso, agentes del Departamento Casos Especiales (de la Superintendencia de Investigaciones en Función Judicial) de la Policía bonaerense, al mando del comisario Flavio Andrés Marino, lograron ubicarlo en el conocido como ‘barrio 70’, de Laferrere. Y toda la aventura comenzó cuando los uniformados se dispusieron a detenerlo. Es que el sospechoso abandonó el rodado y comenzó a correr de manera veloz, ingresó a diferentes propiedades en las que causó daños mientras gritaba “déjame ir, no me van a agarrar, no me voy a entregar, me van a tener que matar”, detallaron los voceros.
Luego de una larga persecución, la comitiva policial consiguió reducirlo. En el trayecto, tal cual su habilidad, atravesó muros a los saltos, trepó techos y hasta nadó por un arroyo del barrio. Siempre seguido por el personal policial, cuando no tuvo escapatoria fue aprehendido y puesto a disposición de la justicia.
Con esa destreza física, Pérez Ancona se había fugado de un allanamiento de la vivienda de su pareja, a la que lo habían ido a detener en julio del año pasado. Ahora estuvo a punto, pero finalmente cayó. Un detalle no menor: alertados sobre el personaje en cuestión, la fiscal María Belén Casal Gatto, de la UFI Descentralizada Nº 2 de Laferrere, solicitó que al menos un funcionario policial de los intervinientes tenga conocimientos de parkour.
A lo largo de la pesquisa habían incautado armas de fuego de todo tipo, municiones y autopartes. El sujeto quedó detenido a disposición del Juzgado de Garantías Nº 3 de La Matanza, imputado de los delitos de robo agravado por el uso de arma de fuego, supresión de la numeración de un objeto registrable, encubrimiento agravado por el ánimo de lucro, resistencia a la autoridad, violación de domicilio y tenencia ilegal de arma de guerra.