La comunidad educativa del tradicional colegio de Hurlingham Cardenal Stepinac está en alerta. Es que, en medio de la intensa ola de calor, cuya continuidad se prevé para los próximos días, papás y mamás aseguran que las condiciones del establecimiento para recibir a chicos y chicas “no son las adecuadas”.
Así lo afirmó Sandra Saucedo, una de las voceras de la protesta, en conversación con Primer Plano Online. “Los chicos no tienen aire acondicionado en los salones, cuando en sala de maestros, en Dirección y en Secretaría sí tienen y están permanentemente prendidos”, sintetizó. Sin embargo, la mujer aclaró que no es lo único por lo que peticionan.
“Tampoco hay dispenser de agua. Los chicos llevan sus botellas pero, ante tanto calor, cuando tienen que recargarla les dicen que vayan al bebedero, que está en el patio, debajo del rayo de sol, o sea que el agua sale caliente. Y en los baños no tienen papel higiénico, los inodoros no tienen tapas, las canillas no funcionan, con lo cual no pueden refrescarse, mojarse un poco la cabeza para enfrentar el calor”, subrayó.
Otro elemento que afecta a padres y madres es que el diálogo con las autoridades está interrumpido, literalmente “no existe”, explica Sandra. “Enviamos una carta y nos contestó el responsable del colegio, que es el padre Jordan. Nos dijo que, por el momento, no están en condiciones de enfrentar la inversión que implica colocar aires acondicionados. Esa fue su respuesta. Un no rotundo y ninguna apertura al diálogo”, indicó.
La decisión que tomaron por mayoría las familias fue no enviar a las y los estudiantes mientras sigan haciendo estas altas temperaturas. “Planteamos que haya clases virtuales y no nos respondieron”, agregó Sandra. Por eso ayer viernes realizaron una protesta pasiva con carteles, en donde cada vez que cortaba el semáforo (para no interrumpir el tránsito) cruzaban a la calle para hacer saber lo que está pasando en la escuela.
“Autos, camiones y colectivos pasaban y tocaban bocina en apoyo a nuestro reclamo, hasta que el Municipio mandó a cortar el paso vehicular dos cuadras antes. Ayer sólo asistió un diez por ciento de la matrícula, pero porque las familias no tenían con quiénes dejar a esos nenes. El lunes seguiremos con esta medida: aclaramos que no queremos que pierdan días de clases, así que esperamos que haya por lo menos clases virtuales o actividades”, se esperanzó Sandra como una salida posible.
Asimismo, padres y madres de esa comunidad educativa proponen la creación de una comisión, en donde una persona adulta por curso recorra las instalaciones y ver de qué manera se puede colaborar para que las y los estudiantes no padezcan ir a la escuela. “Por ahí armando una cooperadora podríamos ayudar para poner los aires, pero no nos abren esa posibilidad. Nos dicen que vayamos de a una familia por vez”, cerró.
Ayer viernes, de todos modos, encontraron un insólito canal de diálogo con el equipo directivo: fue cuando la secretaria salió a pedirles que no hagan ruido en la puerta de la escuela. Se trata de un establecimiento educativo privado, en donde para asistir a jardín y primaria la cuota es de 25 mil pesos mensuales; para secundaria 30 mil; y para la parte técnica entre 35 y 37 mil pesos. Además, recibe 80 por ciento de subvención del Estado.