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jueves, junio 12, 2025
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EXCLUSIVO Prisión preventiva para el integrante de la Fuerza Aérea acusado de atropellar y matar a Morena Paz en Merlo

El juez de Garantías Nº 2 de Morón, Ricardo Fraga, dictó la prisión preventiva de Nicolás Agustín Ramírez (24), el cabo integrante de la Fuerza Aérea Argentina acusado de atropellar y matar a la pequeña Emily Morena Paz (10), la nena que volvía de la iglesia rumbo a su casa de la mano de su abuela, de la que fue arrancada en la intersección de Ruta 40 y Amado Nervo, del barrio Pompeya en Merlo. El hecho ocurrió el pasado 2 de enero.

Siempre según la evidencia reunida hasta el momento en el expediente, para la justicia hay pruebas “contundentes” que indican al imputado como autor penalmente responsable del delito de homicidio simple con dolo eventual. En la misma resolución, el magistrado ordenó el traslado del soldado a una unidad carcelaria perteneciente al Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), donde permanecerá hasta el juicio.

Fuentes policiales y judiciales confirmaron a Primer Plano Online que, luego de una serie de medidas ordenadas por la fiscal Paula Salevsky, de la UFI Nº 4 de Morón, de la recopilación de imágenes de cámaras de seguridad y del hallazgo de una chapa patente a pocos metros del siniestro, los investigadores llegaron a identificar el vehículo y su propietario.

La moto en la que circulaba el asesino al manubrio y el detalle clave de la investigación: no tenía la patente trasera

La primera sorpresa fue que el verdadero dueño de la moto se encontraba en la provincia de Jujuy gozando de su licencia anual al momento del hecho. El sujeto es integrante de la Fuerza Aérea Argentina y había dejado el rodado al cuidado de un amigo, también miembro de esa dependencia militar, ambos apostados a la Base Aérea de Merlo (GIVA).

El titular de la Zanella ZR 150 CC es Lucas Sebastián Martínez, domiciliado en Morón, quien desde el pasado 28 de diciembre se encuentra de vacaciones en Jujuy visitando a su familia. La moto la dejó al cuidado de un compañero de trabajo, el cabo Nicolás Agustín Ramírez, a quien además le había encomendado un trabajo que él hacía como adicional a su empleo de custodia en un frigorífico.

Según se comprobó en la investigación, fue justamente Ramírez quien circulaba con el vehículo por la Ruta 40, a la altura del kilómetro 37, cuando la pequeña Morena terminaba de cruzar la calle para volver a su casa con su abuela y su tía. El conductor embistió a la nena, la mató en el acto y se fugó del lugar.

La primera evidencia reunida en el proceso fue el hallazgo de la chapa patente trasera de la moto, que apareció a escasos metros del cruce de Ruta 200 con la calle Gavilán, donde además se vio a través de las filmaciones municipales al rodado perder la estabilidad. También hubo testimonios de vecinos que revelaron en sede judicial que la “moto venía a mucha velocidad y haciendo juegos: el conductor la estaba levantando de la parte de adelante”. Es decir, iba haciendo la maniobra conocida como ‘willy’ y a alta velocidad.

Otro testigo también narró que en el rodado viajaban un hombre y detrás una chica, y que observó “cómo la moto se llevó por delante a la nena, la arrancó de la mano de su abuela y la empujó por cerca de 15 o 20 metros del lugar” del siniestro vial. En su declaración ante la justicia, el imputado reconoció que “posiblemente pude haber pasado por ahí”, aunque afirmó que no tuvo ningún “accidente”. Lo que jamás pudo explicar es qué le pasó a la moto.

Como informó este medio, Ramírez se encontraba de servicio en la Base Aérea de Merlo como cualquier otro día cuando a Policía lo aprehendió y le secuestró el rodado. “No tenía la chapa patente y tenía restos de metal adheridos a los tornillos de fijación. Tampoco contaba con los espejos retrovisores, el manillar derecho estaba quebrado y contaba con una abolladura en llanta delantera. Además, se determinó que fue él quien salió con la moto ayer domingo a las 9.10 de la dependencia y el rodado llevaba su dominio puesto”, fue lo hallado en su momento.

En su resolución, asimismo, el magistrado remarca un aspecto puntual que hace entrar en colisión la coartada del imputado. “No deja de parecer al menos extraño que Ramírez, cuando se le aflojó un plástico de la motocicleta -3 días antes del hecho- decidió llamar al dueño y guardar las conversaciones que tuvo con un mecánico -todo según sus dichos-, pero cuando el día de los hechos perdió la patente y tuvo un problema con el acelerador no le pareció necesario comentárselo al dueño”. Es decir, eso fue interpretado como un intento por desvincularse de su participación en el hecho.

El patrocinio de la familia de Morena está a cargo del presidente de la Asociación Civil Vecinos contra el Delito, Damián Cardoso, y los abogados de la entidad Daniel Pagnota y Marcelo Boedo.

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