Infernal tiroteo entre un efectivo policial y motochorros terminó con un vecino que nada tenía que ver con el hecho herido en una mano. Ocurrió en la localidad de Libertad, en Merlo, y los ladrones huyeron sin concretar el robo: la justicia investiga si resultaron baleados mediante la constatación de los ingresos a los centros asistenciales de la zona.
Fuentes de la investigación confirmaron a Primer Plano Online que el hecho ocurrió sobre la calle Soberanía, entre Guevara y Olleros, de la mencionada localidad. Y la cantidad de llamados al 911 por “varios disparos en la vía pública” puso en alerta a las autoridades, que rápidamente enviaron patrulleros al lugar.
Lo que pasó, en rigor, fue que un efectivo policial mantuvo enfrentamiento armado con delincuentes que intentaron asaltarlo mientras circulaba con su madre. Cuando arribaron los móviles del Comando de Patrullas de Merlo se encontraron con tumulto de gente rodeando dos motos desparramadas en el piso.
Una de ellas pertenece al sargento R.N.E. (32), quien presta servicio en la Policía Local de Moreno y describió que fue emboscado por los motochorros. Según su relato y el de su madre, le apuntaron con un arma, lo obligaron a frenar su marcha y entregar sus pertenencias. Fue ahí que se identificó como personal policial, sacó su revólver y se desató la balacera.
Una moto abandonada y huida a la carrera
Los delincuentes frustrados descartaron su rodado y huyeron corriendo en dirección a la calle Güemes, no está claro si heridos o no. Sí sucedió que en esa esquina del tiroteo un vecino que nada tenía que ver con el hecho resultó herido en una mano, y fue trasladado por sus familiares en un auto particular al hospital Eva Perón, de Merlo. Se encuentra “fuera de peligro”, precisaron los voceros consultados.
“Vino el pibe de atrás y le apuntó a mi hijo. Le decía que le de la moto. Yo me quería bajar pero no podía, mi hijo le explicó que yo estaba enferma y me tiré de la moto. El delincuente le pegó en el casco con el arma y el que manejaba dio la vuelta para alumbrarnos. El que manejaba le disparó y mi hijo también”, atestiguó la mamá del agente. Tanto ella como él resultaron ilesos de milagro.
El fiscal Patricio Ventricelli, de la UFI Nº 6 de Morón, dispuso que las pericias queden a cargo de Gendarmería Nacional y no adoptó temperamento alguno con el efectivo al considerar que actuó en legítima defensa. Los malvivientes descartaron una Honda GLH 150 sin patente y con numeración de cuadro y motor suprimida. Ese rodado fue secuestrado por orden judicial.
La semana pasada, Thiago Correa (7) murió tras recibir un balazo en la cabeza disparado por un efectivo de la Policía Federal que se defendió del ataque de cuatro delincuentes que intentaron robarle. También estaba acompañado por su madre.