El Ministerio de Seguridad bonaerense hizo pública la recompensa de 5 millones de pesos para quien aporte datos que permitan la detención del ex cura Carlos Eduardo José, quien no se presentó en la audiencia en la que le iban a dar conocer la sentencia en su contra y desde agosto de 2022 permanece prófugo de una justicia que dejó mucho que desear.
‘Carlitos’, ‘Charly’ o ‘Turco’, de 66 años, es buscado en orden a los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por ser ministro de culto reconocido y por encontrarse en guarda de la niña. Los hechos ocurrieron entre 1994 y 2002 dentro del colegio y la parroquia San José Obrero de Caseros contra alumnas del jardín y primario.

“La recompensa será distribuida, conforme al mérito de la información aportada, entre quienes se presenten ante las autoridades correspondientes, haciendo conocer que se encuentran motivados por el presente ofrecimiento. Si tenés información contactate al 911 o al 0221 4293015 o bien a nuestro correo electrónico: [email protected]”, precisaron desde la cartera de Seguridad.
Cabe recordar que el religioso tenía que haberse presentado a la audiencia en la que le iban a leer la condena en su contra el 22 de agosto del año pasado. Pero como no lo hizo fue declarado en rebeldía. Antes, la audiencia estaba llamada para marzo, pero el imputado pidió prórroga por un problema de salud: debía operarse de la cadera en el hospital San Juan de Dios de Ramos Mejía.
La historia judicial del cura Carlos Eduardo José, atravesada por fallos insólitos
Mailin Gobbo tenía 20 años cuando pudo poner en palabras los abusos que sufría desde sus 5 años por parte del sacerdote. Primero busco respuesta en la iglesia y le prometieron sanciones, pero al mismo tiempo le hicieron un pedido: no divulgar la denuncia.
En 2017 consiguió encontrarse con testimonios de otras víctimas del religioso, algunas ex compañeras del colegio. Juntas decidieron hacer la denuncia penal, por lo que la justicia penal de San Martín pide la detención del sacerdote que se mantuvo una semana prófugo hasta que fue detenido por una brigada de policías de civil que lo atrapó.
Tras cuatro años detenido, el Tribunal Oral Criminal N°2 (TOC) de San Martín juzgó el hecho y, pese a la contundencia de los relatos, tomó una determinación que dejó sin aliento a las víctimas: los jueces consideraron que los delitos habían prescripto y decidió su absolución. Sin embargo, esas jóvenes ya mayores de edad no se quedaron de brazos cruzados y apelaron el fallo ante Casación.
Finalmente, el tribunal de alzada dio vuelta el veredicto contra José y lo declaró culpable. Entonces devolvió las actuaciones a TOC 2 para que fije el monto de la pena en orden a los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por ser ministro de culto reconocido y por encontrarse en guarda de la niña. Ahí ocurrió otro embrollo judicial que no hizo más que dilatar la condena.
Es que en marzo de 2023 el tribunal había fijado audiencia para dar a conocer la cantidad de años que Carlos Eduardo José debía permanecer tras las rejas. Pero aquella jornada el religioso pidió ser exceptuado por la cirugía programada que tenía. Los jueces, curiosamente, pusieron fecha para casi cinco meses después: el 22 de agosto.
Y la historia que indigna: el expárroco no se presentó a esa audiencia final, tampoco fue encontrado en su casa de Caseros en la que había fijado domicilio legal, fue declarado en rebeldía y la justicia ordenó su captura nacional e internacional. Pesa sobre él una notificación roja de Interpol y ahora la millonaria recompensa para quien brinde datos.