“Tiene una cicatriz debajo de la ceja, el pelo pasando los hombros, es bajita y no tiene tatuajes ni piercing. Si alguien la ve que me avise, porque no cuento con ayuda de la Policía, ni de la Fiscalía, de nadie”.
Claudia es una mamá desesperada por la angustia. Hoy hace ocho meses que no sabe nada de su hija, Brisa Carolina del Pino, que fue vista por última vez en Villa Luzuriaga, partido de La Matanza.
Aquel día lo recuerda como si fuera hoy: sabía que la adolescente regresaba al barrio Mariló, en Moreno, de manera sistemática y a escondidas, pese a que se lo había prohibido su mamá. La vulnerabilidad de Brisa y sus consumos problemáticos hacían imposible frenar su deseo de irse de casa.
Por datos certeros sobre su paradero, el Ministerio de Seguridad bonaerense ofrece una recompensa de cinco millones de pesos. Sola, Claudia buscó por varios lugares a la chica, pero sin éxito. En medio de sus recorridas le fueron apareciendo pistas.
“Llegué a hablar con una persona llamada Ismael, que me acompañó hasta la cancha conocida como de Los Paraguayos, pero nadie la vio. Se acercaron varias personas, pero nadie supo nada”, le contó Claudia a este medio.
Además de lo aportado por ese hombre, un sujeto llamado Carlos Altamirano (44) le escribió y le preguntó por su hija. “¿Sabés dónde está Brisa? Ella trabajaba en mi casa haciendo limpieza y dejó todo acá. Como no vino más le quiero devolver su ropa, porque mi novia se va a enojar”, le indicó. Desde entonces ese hombre está detenido.
Altamirano está detenido desde el 4 de febrero pasado. Le imputan el abuso sexual de la joven y la corrupción de menores agravada. Cuando habló ante la fiscal Analía Córdoba, que investiga el caso, declaró que “le ofreció plata a mi hija para tener relaciones”, recordó Claudia.
Claudia hace alisado de pelo y su esposo trabaja como repartidor para una aplicación. Antes tenía un mercadito en Moreno, pero les robaron tantas veces que decidieron cambiar de vida. El grupo Furia Transfeminista se metió de lleno en la búsqueda de Brisa.
La mamá sigue adelante, pese al dolor y a la incertidumbre: y la busca con vida, porque está convencida que la tienen retenida contra su voluntad en algún lugar.