La alarma de la vivienda salvó a matrimonio de personas adultas mayores de ser víctimas de una entradera en su casa de La Tablada. En rigor, los ladrones -que eran cinco- alcanzaron a ingresar a la finca y a reducir al dueño de casa, pero el sonido estruendoso del sistema puso en fuga a los atacantes.
El hecho ocurrió en la madrugada del domingo en la intersección de las calles Finlandia y Merlo, de la mencionada localidad de La Matanza. El grupo tipo comando accedió al domicilio luego de bajar de un auto blanco en el que llegó. Eran cuatro, con otro que se quedó al volante como soporte. Incluso uno de ellos trepó por el poste de luz.
“Es la tercera vez que entran. Reventaron una ventana de madera, la levantaron y alcanzaron a sujetar a mi papá, que escuchó el ruido. Pero cuando empezó a sonar la alarma los delincuentes prefirieron escapar y no llegaron a robar nada”, narró el hijo del matrimonio, que agradeció la rápida ayuda de vecinos de la cuadra.
“Hicieron sonar otra alarma, que fue la vecinal, y eso los puso en fuga. Gracias a Dios no les hicieron nada ni a mi papá ni a mi mamá”, completó el joven. La solidaridad vecinal puso en fuga a los delincuentes, pero real es que pudo haber sido otro desastre y que las bandas organizadas para cometer este tipo de hechos no tienen límites.
Según las estadísticas reveladas por fuentes de la justicia bonaerense, el 90% de los hechos de este tipo las víctimas son ancianas, en un rango de 70 a 90 años: los delincuentes hacen inteligencia previa y lo que buscan son dólares.
